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Santiago: Jueves 30 de enero del 2025 | Actualizado 02:06
La Mandataria definió como ''un acto de justicia'' la nacionalidad por gracia que se le otorgó a la viuda de Víctor Jara.
Héctor Aravena, El MercurioSANTIAGO.- Una semana después de que el líder de Renovación Nacional (RN), Carlos Larraín, la criticara por recordar su paso por Villa Grimaldi al visitar la casa de Ana Frank en Holanda, la Presidenta Michelle Bachelet cuestionó a quienes "sugieren" que las víctimas de las violaciones a los derechos humanos en Chile "no eran completamente inocentes".
"No puede haber ambigüedades a este respecto, nos hace mal como país las lecturas acomodaticias de nuestra historia, que directa o indirectamente sugieren que las víctimas no eran completamente inocentes y que, por lo tanto, los victimarios no eran completamente culpables", declaró Bachelet.
Durante la ceremonia en que firmó el decreto que otorga la nacionalidad por gracia a la viuda del cantautor Víctor Jara, Joan Turner, la Mandataria resaltó que es "esencial" que "la sociedad chilena reafirme su compromiso con la cultura de los derechos humanos que es, al fin y al cabo, la cultura de la vida y de la dignidad".
"Lo ocurrido en Chile no puede ni debe desconocerse ni relativizarse ni comparar, Joan Jara, Joan Turner ha sido un ejemplo para muchos en su manera de asumir la búsqueda de la verdad y la justicia sabiamente", remarcó la Gobernante.
Aunque evitó mencionar el nombre de Carlos Larraín, sus palabras fueron interpretadas como un claro mensaje al presidente de RN, quien en una carta enviada a "El Mercurio" criticó la comparación del caso de la Mandataria y Ana Frank, argumentando que esta última "era una niña y fue perseguida sólo por haber nacido judía, tremendo pecado. Michelle Bachelet era mayor de edad y ya manifestaba opciones políticas antes de 1974. Su prisión fue abusiva, pero sobrevivió y prosperó".
Más allá de la polémica, Bachelet afirmó que entregar la nacionalidad por gracia a la viuda de Víctor Jara es "un acto de justicia", ya que se trata de un reconocimiento a su compromiso con la democracia y a su destacada trayectoria humana y artística, como bailarina, coreógrafa y docente británica en Chile.
