Razones por las que la encuesta CEP es respetada y temida por los candidatos

SANTIAGO.- En un año de elecciones presidenciales los sondeos de opinión abundan, pero pocos generan tanta expectativa como la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP). Y es que sus resultados, obtenidos de entrevistas cara a cara hechas en todo Chile, han sido verdaderos vaticinios desde el plebiscito de 1988, cuando pronosticó el triunfo del "No".

Un estudio del CEP realizado entre septiembre y octubre de 1989 anticipó que Patricio Aylwin obtendría en diciembre un 47,4% de los votos, contra un 30,2% de Hernán Büchi.

Luego hizo otro trabajo, pero no lo difundió y optó por depositarlo en una notaría. Allí se constató que el candidato de la Concertación lograría el 56% de las preferencias, con un rango de variación entre el 53,3% y el 58,7%, mientras que al postulante de la derecha concedía un 26%, con un mínimo de 23,3% y un máximo de 28,66%. Finalmente, las elecciones arrojaron un 53,8% para Aylwin y un 28,7% para Büchi.

En 1993, a un mes de los comicios presidenciales, la CEP publicó una encuesta que efectuó entre el 22 de octubre y el 4 de noviembre de ese año, que dio un 61,6% de adhesión para el DC Eduardo Frei y un 19,2% para el opositor Arturo Alessandri Besa.

Posteriormente realizó otro sondeo, que mostró un 58,8% de respaldo para el senador oficialista y un 15,7% para Alessandri. Los resultados oficiales de la elección dieron un 57,99% de los votos para Frei y un 24,2% para el senador de la oposición.

"Empate estadístico" entre Lagos y Lavín

Los resultados anteriores ya mostraban la rigurosidad técnica de la encuesta CEP y en 1999 se confirmó, cuando en octubre pronosticó que en los comicios del 12 de diciembre habría un "empate estadístico" entre Ricardo Lagos (39,2%) y Joaquín Lavín (36,7%). De esta manera, sus investigadores se atrevieron a adelantar que habría una segunda vuelta presidencial.

En ese escenario, según el CEP, el candidato de la Concertación obtendría un 43,5% de los votos, versus un 38,8% que recibiría el abanderado de la Alianza.

Finalmente, los comicios de diciembre arrojaron una diferencia entre ambos de apenas un 0,44%, equivalentes a 31.142 sufragios. En enero de 2000, en tanto, la elección de Lagos se selló con un 51,31% de las preferencias, 2,62% más que las obtenidas por Lavín (48,69%).

La irrupción de Piñera

Al llegar el 2005, en la escena nacional emergió la figura de Michelle Bachelet Jeria, ex ministra de Salud y Defensa, quien apareció liderando el estudio del CEP difundido en julio, con un 46% de respaldo. Más atrás se ubicaron el candidato UDI Joaquín Lavín (22%) y el postulante de RN, Sebastián Piñera (15%), quien había lanzado su carrera a La Moneda en mayo de ese año, sorprendiendo a sus compañeros de coalición.

En noviembre, a un mes de la elección, un nuevo sondeo del CEP mostró una baja de la candidata oficialista (39%) y un alza de Piñera, quien obtuvo el segundo lugar de las preferencias con un 22%. Lavín, en tanto, quedó tercero con 21%.

Ante este panorama, el centro de estudios vaticinó un balotaje, donde Bachelet ganaría por 8 puntos a Piñera y por 15 a Lavín.

En la elección de diciembre, Bachelet logró 45,95% de los votos y el candidato de RN consiguió el 25,4%, ganando por dos puntos al postulante de la UDI, quien hasta comienzos de año aparecía como el candidato único e indiscutido de la Alianza.

Los resultados obligaron efectivamente a la realización de una segunda vuelta, que dio una victoria para la carta oficialista, con 53,49%. Piñera quedó más atrás con 46,5%. De esta manera, la diferencia fue de 7%, un punto menos que lo pronosticado por el CEP en este escenario.

Si los porcentajes que arroje la CEP de hoy inquietan a los candidatos a asumir la Presidencia, lo más probable es que cambien desde ya su estrategia de campaña, porque faltan seis meses para los comicios y, seguramente, habrá segunda vuelta. La recta final comienza este jueves y lo acontecido en el pasado indica que en materia de elecciones, todo puede pasar.