RÍO GALLEGOS.- Cuando ya han pasado poco más de seis meses de que el pesquero chileno Polar Mist se hundiera en aguas argentinas con un millonario cargamento, finalmente la embarcación fue localizada en el fondo del mar, a unos 40 km del Cabo Vírgenes, en el extremo sur de Argentina.
El hallazgo lo realizó un barco llamado "C-Sailor", el cual lleva adelante el intento de rescate. Sin embargo, aún no se ha confirmado si las 9,6 toneladas de oro y plata –avaluadas en 22 millones de dólares- aún permanecen en la bodega del Polar Mist.
Los fuertes vientos que soplan al este de Cabo Vírgenes interrumpieron la difícil tarea que llevan adelante los rescatistas, que esperan retomarla en los próximos días.
El buque pesquero Polar Mist transportaba 9,6 toneladas de oro y plata de las empresas argentinas Cerro Vanguardia y Minera Tritton al momento de hundirse en extrañas circunstancias en el Estrecho de Magallanes, el 16 de enero pasado.
El rescate, que se frustró en abril pasado, ahora lo intenta el C-Sailor, barco de rescate con bandera de Vuanatu, contratado por la compañía aseguradora Lloyds y la empresa holandesa Maommet.
La misión de rescate, según confirmaron al diario La Nación de Argentina fuentes con acceso a la expedición, el martes pasado dio con el Polar Mist casi en el mismo lugar en que la tripulación del remolcador chileno Beagle había indicado que se hundió en el mar, pero el mal clima reinante impidió descender el robot submarino.
"Aún no hay fotografías del barco, pero a través de una onda sonora se pudo verificar que se trata del Polar Mist, por eso confirmaron que encontraron el barco", explicaron a La Nación.
Sin embargo, para completar esta primera parte del rescate, aún resta confirmar si en las bodegas del Polar Mist aún se encuentra el oro en cuestión, valuado en unos 22 millones de dólares.
De acuerdo con el plan presentado por la empresa para el rescate, en esta primera etapa se quería definir el lugar del hundimiento y el estado del oro con la ayuda del robot submarino, en tanto que para más adelante se realizaría la misión del rescate de la carga con el previsto sumergimiento de buzos profesionales.
El C-Sailor se encuentra ahora en puerto y espera a poder zarpar otra vez cuando mejore el clima en alta mar, dado que la fuerte intensidad del viento dificulta la operación en el lugar. En el barco, además de la tripulación, hay personal de la empresa holandesa, otros de una empresa nacional que participa en el rescate y también personal de la Prefectura de Río Gallegos, que cumple con la observación de las operaciones.
Tres de los ocho tripulantes de la nave recibirán una indemnización por perjuicio cercana a los $6 millones, luego que presentaran una demanda laboral en contra de Patagonia Shipping, la empresa que los reclutó para trabajar en el fallido viaje.
La demanda, patrocinada por el abogado Juan José Arcos, afirma que la nave salió desde Punta Quilla (Argentina), pese a que el pronóstico meteorológico anunciaba tormenta y vientos de hasta 60 nudos. El capitán habría hecho caso omiso, al igual que a la sugerencia del perito navegante argentino de no zarpar.