La subasta sólo logró reunir $10 millones.
Juan Eduardo López, El MercurioSANTIAGO.- Quizás fue la crisis económica o la falta de difusión en los medios, pero lo cierto es que este año hubo menos participantes en el remate de equipaje olvidado en el aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez.
La actividad, que por segundo año consecutivo realizan dos aerolíneas nacionales junto a la Municipalidad de Pudahuel, estuvo lejos de conseguir los 36 millones de pesos recaudados el 2008 y sólo alcanzó a reunir menos de diez millones.
En una hora y media de subasta, el público pagó un máximo de 410 mil pesos por maletas cerradas, donde destacaron artículos tan variados como coches de guagua, chocolates, gorros, licores, carteras, mochilas, dos sombreros mexicanos, un traje de vedette -con tocado de plumas incluido- y tres sillas de rueda, cinco "burritos" y otros tantos bastones.
Fueron estas últimas especies las que más llamaron la atención. El traje, porque se lo llevó el dueño de un local de artesanía para su esposa, "a ver si le queda bueno", según dijo.
Las sillas de rueda y demás aparatos para facilitar el desplazamiento también hicieron lo propio, aunque más que sorpresa generaron polémica, ya que el municipio de Pudahuel había pedido dejarlos para la comunidad local, siempre y cuando el público estuviera de acuerdo.
Mas, no fue así, porque el dueño de un local de El Quisco quería estos artículos para donarlos a un centro de su comuna. Aunque recibió silbidos y críticas, el hombre terminó comprándolos por 170 mil pesos.