SANTIAGO.- Pocas horas después de salir a contener la molestia de la Concertación en medio de la disputa que mantiene el comando con "Océanos Azules" y los partidos políticos, el abanderado oficialista, Eduardo Frei, habló fuerte y claro con el objeto de zanjar la polémica por la elaboración de su programa de gobierno.
"En materia de programa la última palabra la tengo yo, mis opiniones y sumo a un amplio grupo de gente que está trabajando en Océanos Azules, los grupos políticos técnicos o profesionales de los partidos, pero nadie tiene el monopolio, también trabajo con mucha gente independiente (...) Al final, yo voy a recibir todo eso y tomo las decisiones como corresponde", afirmó el candidato en radio ADN.
En esa línea, Frei reiteró que "las prioridades, jerarquías y los tiempos los fija el candidato" y si es necesario consultará con los presidentes de partidos o quien considere necesario. "Ese es el punto, lo demás creo que es ahogarse en un vaso de agua", señaló.
Respecto a las públicas diferencias entre algunos miembros de "Océanos Azules" y algunas de los principales figuras del comando como el diputado Jorge Burgos o el asesor comunicacional Eugenio Tironi, el ex mandatario dijo enfático que "el comando no hace el programa, eso es lo que está claro".
"El comando está dedicado a hacer la campaña, a trabajar en terreno y a entregarme toda la visión estratégica, pero básicamente el comando no está de tutor del programa ni hay un grupo de gente que esté controlando las iniciativas, esas las recibo yo directamente y yo soy el que voy a tomar las decisiones", añadió.
El conflicto se activó luego que Burgos advirtiera que el abanderado tiene ya una "opinión definitiva" en algunas de las áreas más "sensibles" de su programa de gobierno, como el ámbito tributario y el energético, generando la molestia de las colectividades oficialistas.
La polémica reforzó la alianza sellada entre "Océanos Azules" y los partidos de la Concertación por la orientación de la oferta programática. Ambos grupos pretenden que Frei asuma posiciones menos liberales en materia económica y una defensa más férrea a favor de la educación pública.