SANTIAGO.- Los padres de la pequeña Francisca Silva, la niña de 5 años que fue brutalmente asesinada en Valparaíso, volvieron a manifestar su oposición a que se restituya la pena de muerte pensando en el autor del crimen de su hija, ya que ésta sería "un premio" para el asesino.
Francisco Silva y Danitza Benavides, los padres de la menor cuyo caso ha causado conmoción y debate público sobre la restitución de la pena capital en el país, recordaron las horas en las que su hija estuvo desaparecida y el trágico desenlace, en el programa televisivo Animal Nocturno.
"Nosotros pedimos la pena máxima para él, presidio perpetuo calificado. Porque nosotros no queremos lo que pide la gente, la pena de muerte. Si le dan la pena de muerte, si la restituyeran, sería un premio para él, porque no pagaría nunca el daño que le hizo a nuestra hija", afirmó el padre de la niña.
Los padres esperan que se aplique la sentencia más fuerte que existe en el actual sistema penal, cadena perpetua -40 años efectivos- sin ningún tipo de beneficio, en contra del taxista Juan Saavedra Espinoza, de 37 años.
Silva reconocidó que han afrontado la situación "con mucho dolor", pero también tratando de tener la mayor fortaleza posible, "para demostrarle a este tipo que nosotros somos fuertes, que no nos va a ir destruyendo más. Porque si nos ve destruídos, más contento va a estar. Pero nosotros vamos a dar el brazo a torcer y vamos a luchar para que él pague".
Los padres hicieron un público agradecimiento a la población, las fuerzas que participaron en el rescate y medios de comunicación, pero pidieron directamente a las autoridades y a la Presidenta Michelle Bachelet a no olvidarlos. "Ahora todos están con nosotros, pero después no sabemos si van a seguir apoyándonos. Nosotros vamos a necesitar todo el apoyo posible, porque no queremos que hayan más 'francisquitas' ", dijo Silva.
El día en que Saavedra se entregó a la policía y la familia recibió el llamado, fue el más difícil de revivir para los progenitores de Francisca. "Recibimos un llamado telefónico diciendo que el gallo se había entregado y efectivamente la niña estaba muerta. Yo quería morirme. Incluso intenté atentar contra mi propia vida, porque me estaba tirando debajo de una camioneta. Estaba desesperado", dijo el padre.
"Lo odio. Y siempre lo voy a odiar, porque me quitó lo más preciado", manifestó Benavides, mientras que su esposo agregó que "me va a costar limpiar mi corazón, porque lo tengo tan lleno de odio. Yo si lo tuviera al frente, no sé lo que haría".