SANTIAGO.- Ante la polémica sobre la aplicación de la pena de muerte que se desató tras el crimen de la menor Francisca Silva Benavides (5), el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Alejandro Goic, afirmó que esta medida "no resuelve los problemas".
"Entendemos que en un momento de emotividad la gente así lo pida, pero es un avance de la sociedad chilena que haya desterrado para siempre la pena de muerte, porque en el fondo se trata de un asesinato legal", dijo el prelado.
El representante de la Iglesia Católica recalcó que "si respetamos la vida desde sus orígenes hasta su fin, es un bien para Chile el hecho que se haya suprimido la pena de muerte".
El obispo de Rancagua envió sus saludos y ofreció sus oraciones a la familia de la pequeña Francisca Silva, quien fue víctima de un hecho que calificó como "doloroso, dramático y tan increíblemente cruel".
Pero subrayó que, a su juicio, lo que se debe hacer frente a delitos tan graves como el cometido en Valparaíso por el taxista Juan Saavedra Espinoza (37), es exigir que se aplique el máximo rigor de la ley, de manera que el culpable cumpla una cadena perpetua efectiva.