SANTIAGO.- Ni los roces con la Concertación tras lanzar su propia carrera a La Moneda, ni la maratónica recolección de firmas para inscribir su candidatura independiente, han sido para Marco Enríquez-Ominami lo más duro de su campaña presidencial.
Según el diputado ex PS, lo más difícil que ha debido enfrentar son las críticas que recibió su esposa, Karen Doggenweiler, por parte del comando del abanderado oficialista, Eduardo Frei.
En julio pasado, el equipo del senador DC pidió revisar el rol de la animadora de TVN, ante su activa participación en la campaña de su marido.
"El episodio de la Karen fue el más duro, donde se puso en cuestión que una profesional de TVN tuviese que elegir entre su derecho cívico o su pega. Eso se insinuó y me parece a mí muy desafortunado", confesó Enríquez-Ominami.
"El episodio más duro fue ése, porque la pelea es conmigo", agregó en una entrevista con el programa "Estado Nacional" del canal público, que tras los cuestionamientos emitió un comunicado destacando la trayectoria de la animadora y afirmando "que sus actividades políticas están en el ámbito de sus decisiones personales".
El presidenciable independiente -que este domingo presentará las 63 mil firmas que recolectó para inscribir su candidatura- aseguró más tarde en Twitter que le pareció "eléctrico" el debate en el programa de TVN, ya que debió enfrentar las opiniones de los panelistas, entre ellos Jorge Navarrete, quien reiteró que la candidatura del diputado perjudica más a Frei que a Sebastián Piñera.
Enríquez-Ominami descartó nuevamente que esté "coludido" con el abanderado de la oposición e insistió en que estas prácticas "las ha visto en la DC" que, según dijo, se ha unido a la UDI en la Cámara de Diputados, para "censurar el debate de los derechos sexuales y reproductivos".
En esa línea, aseveró que Frei y Piñera son los que tienen "coincidencias programáticas feroces" que le "preocupan", así como también su rechazo a medirse en un debate presidencial.
En la entrevista televisiva, el candidato independiente también abordó otros temas de la contingencia, como la reforma tributaria, que se comprometió a promover si el próximo 11 de marzo asume el poder del país.
El objetivo de la medida, afirmó, será "recaudar más recursos y profundizar el gasto social" en su eventual gobierno.
En otro plano, se mostró disconforme con la falta de políticas en torno al conflicto mapuche, que el miércoles pasado cobró su tercera víctima desde el año 2002.
"Cuántas muertes más hay que ver para establecer una mesa de diálogo entre Gobierno y los comuneros", criticó.