Las jeringas presentan deficiencias técnicas, lo que, según la auditoría, las hace ''inseguras en la dosificación y de uso riesgoso en pacientes''.
AFPSANTIAGO.- Fecas de ratón cerca de cajas de medicamentos vigentes, suciedad, pérdida de cadena de frío, falta de medidas de seguridad para el personal, jeringas con hongos, pelos e insectos son algunas de las conclusiones que arroja un lapidario informe de la Contraloría General de la República, en contra de la Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud (Cenabast), que provee de insumos médicos a todos los hospitales del país.
La auditoría, cuyo objetivo era examinar los procesos de recepción y almacenaje de medicamentos, se realizó a los productos adquiridos entre el segundo semestre de 2007 y el año 2008. Para ello, el ente fiscalizador revisó las bodegas del organismo e inventarió 6 líneas de productos.
En su informe -adelantado hoy por El Mostrador- la Contraloría da cuenta de múltiples deficiencias en el tratamiento de los remedios en la Cenabast, además de numerosos errores de gestión.
Durante la revisión se constató que en las bodegas se almacenan elementos ajenos a los insumos médicos, como bolsas de yeso, alimentos y ropa de funcionarios. En el lugar también se comprobó la presencia de restos fecales de roedores y abundante suciedad en los rincones y cajas de medicamentos.
Respecto a las jeringas, la Controloría estableció, a través de los reclamos hechos por autoridades de hospitales y consultorios, que "éstas presentan deficiencias técnicas" y que "algunas cajas se encuentran cubiertas por hongos". Además, se estableció que a muchas se les desprendían las partes metálicas, "lo que las hace inseguras en la dosificación y de uso riesgoso en sus pacientes, como también contienen pelos e insectos".
El organismo acreditó asimismo una "pérdida de la cadena de frío" en vacunas. Estos medicamentos debían mantenerse refrigerados y aunque Cenabast aseguró que se mantuvieron bajo los estándares requeridos, en una ocasión la empresa Lan Courier decidió devolverlos antes que se despacharan a los organismos de salud de Antofagasta.
En vista de lo anterior, el organismo creó el área de Logística de Programas Ministeriales, donde se incluye la bodega de refrigerados y la licitación de transporte exclusivo con medidas específicas para no perder la cadena de frío.
Sobre la seguridad del personal, se constató que ningún funcionario utiliza casco, elemento que es obligatorio en ese tipo de labores. Las escaleras, en tanto, en su mayoría se encuentran defectuosas y no cumplen con los mínimos estándares de seguridad.
El sistema de inventario de la Cenabast no considera un control de las fechas de vencimiento de los medicamentos. De hecho, en la bodega de alcoholes se detectaron dos tambores "con plena vigencia, con sus sellos de seguridad rotos, sucios y con restos de yeso. También se observaron cajas de clonazepam rotas y húmedas, y una caja de diazepam vencidas que no habían sido dadas de baja".
Las bodegas no cuentan con termómetros de control de temperatura ni sistema de aire acondicionado ni similar, siendo que algunos medicamentos e insumos deben mantenerse entre 2º y 8º Celcius.
Junto a lo anterior, la Contraloría ordenó investigar las comisiones al extranjero y el pago de viáticos, ya que, aunque no está acreditado el mal uso de los recursos, no se cumplió con los estándares administrativos en la dictación de los documentos que respaldaran las salidas del país.
Pese a que la Cenabast responde y justifica la mayoría de los cuestionamientos, la Contraloría sostiene reiteradamente que los argumentos "no permiten dar por subsanadas las observaciones". Por esta razón, se ordenaron sumarios administrativos para determinar eventuales responsabilidades.