Quieres ver tu clima local?
Mostrar
Santiago: Jueves 21 de noviembre del 2024 | Actualizado 12:28
SANTIAGO.- "Cada beso que María Fernanda le dio a su hija Daniela, era un beso de Dios".
La cita es parte del discurso que dio esta mañana el capellán de la Armada, Jaime Herrera, quien presidió la ceremonia fúnebre para despedir los restos de María Fernanda Corvalán y también recordar a su desaparecida hija Daniela Aspillaga Corvalán en la capilla del cementerio Parque del Recuerdo en Huechuraba.
La misa se inició pasadas las 11 horas y asistieron alrededor de 400 personas, las que rodearon el ataud color café que tenía varios ramos de flores dejados por familiares y amigos.
En la primera fila se encontraba Fernando Aspillaga, esposo y padre de ambas fallecidas, a quien estuvo siempre tomado de la mano de su hijo Fernando y llorando a ratos, aún se le puede ver una contusión ocular que sufrió durante el aluvión que se llevó su casa y su familia el domingo en el camino a Farellones.
Mientras que su hijo exhibía un parche en la cabeza también producto del escurrimiento de tierra sucedido el fin de semana.
Durante la ceremonia, habló un amigo de la familia, quien sostuvo que "ella (María Fernanda) se fue rescatando a su hija. Su último esfuerzo fue para Daniela y la abrazó, y sus almas dejaron de estar prisioneras en sus cuerpos. Ahora están con Jesús, con nosotros y en especial en el corazón de Fernando (su esposo) para cuidarlo y acompañarlo siempre".
En tanto, un joven que se identificó sólo como Juan Ignacio, hijo de la víctima, tambipen se tomó la palabra y citó a filósofos como Séneca, señalando por ejemplo que "la muerte no es un castigo, sino un ley para todos", para referirse a la muerte de su madre.
"Tal vez mañana no va a estar en el colegio, no va a contestar una llamada mía. Pero ella va a estar igual y está acá con nosotros, y va a estar siempre (...). Los últimos años fueron especiales, especialmente desde que nació Daniela. Ahora partió con su hija en brazos. Tengo una mamá espectacular", dijo llorando a los presentes, a los que agradeció su apoyo.
El joven agregó que "saber que Dios las va a tener a ambas allá me da una paz anorme".
Al término de la ceremonia -a la que se impidió el ingreso de los medios de prensa y periodistas, y duró poco más una hora-, un amigo de la familia agradeció a la concurrencia y anunció que el funeral se realizaría en forma privada.
Trascendió que la primera víctima del aluvión será incinerada en el crematorio del recinto.
A esta hora las decenas de asistentes, muchos de ellos emocionados y al borde de las lágrimas, se encuentran dándole el pésame a Fernando Aspillaga y su familia, para luego retirarse del lugar.
