Isabel Cristina Ávila señaló que hoy la contactaron y le enviaron una fotografía de la menor.
Claudio Frías, El MercurioSANTIAGO.- Isabel Cristina Ávila -la "Psíquica de Chimbarongo"-, quien ha contribuido con éxito en la búsqueda de personas desaparecidas, fue contactada hoy por las autoridades para que se sumara a las labores de rescate de la pequeña Daniela, de un año, quien se encuentra extraviada desde el domingo luego de que un aluvión arrasara con su casa, en el sector de Farellones.
La psíquica dijo a Emol que hoy las autoridades se contactaron con ella y le enviaron una fotografía de la menor, la que ha utilizado para visualizar el lugar donde se encontraría, aunque no descartó acudir a terreno si se lo solicitan.
Según Isabel Cristina, Daniela no se encuentra en el río Mapocho -donde apareció su madre la tarde del domingo-. "No, ella está cerca de donde ocurrió la catástrofe, está más o menos como a un kilómetro" del sector donde estaba emplazada la casa, señaló la psíquica, quien especificó que está "en tierra, en el lodo".
Como era previsible debido al prolongado tiempo que ha transcurrido desde la tragedia, Isabel Cristina señaló que la menor se encuentra sin vida.
Indicó que las pistas sobre su ubicación ya se las entregó a las autoridades que realizan la búsqueda de la niña.
Isabel Cristina señaló que no ha podido abocarse por completo al caso de Daniela, pues también está contribuyendo en las labores para hallar a un niño que desapareció en Osorno y a unas personas que se extraviaron en Puerto Aisén.
Isabel Cristina Ávila ha colaborado con las autoridades a encontrar a numerosas personas desaparecidas, para lo que suele realizar un croquis con la ubicación de los cuerpos.
Se hizo conocida en 2001 al aparecer en "El día menos pensado" con el caso de Sigilberto Rojas, un comerciante que desaparecó en los 90. Sus hermanos le pidieron ayuda y ella les indicó que estaba enterrado en el patio de su casa, donde efectivamente apareció.
Del mismo modo ayudó a encontrar a Raquel Donoso Vera, perdida desde 1971, cuyo cuerpo también fue hallado en el patio de su casa; y a la menor Gloria Iturriaga, desaparecida al caer el auto en que viajaba con sus padres al río Jofré.
También colaboró en la tragedia de Antuco, cuando el Comandante en Jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, la llevó hasta la zona donde trabajó con los rescatistas, que finalmente encontraron a los últimos cinco soldados desaparecidos en la nieve, motivo por el cual el general Cheyre le entregó una medalla al mérito.