LA SERENA Comenzó la primavera y al mismo tiempo las áridas zonas de la región de Atacama y Coquimbo se llenaron de color gracias al fenómeno conocido como "desierto florido".
Las lluvias del invierno, que trajo el fenómeno del Niño, entregaron el agua suficiente para que los bulbos y semillas comenzaran a florecer en un proceso que duraría hasta mediados de noviembre.
"El que la vegetación está acoplada al clima es lo característico del desierto. En los años secos, muchas plantas quedan en receso, por ejemplo, las añañucas o cebollines, y las anuales como suspiros y patas de guanaco", explicó el doctor en Biología de la U. de La Serena, Francisco Squeo.
El científico precisó que este proceso se relaciona además con los fenómenos del "Niño" y la "Niña", que traen consigo muchas y pocas precipitaciones, respectivamente, en lapsos de cinco años. Sin embargo, existe otra oscilación climática, menos conocida, denominada Decadal del Pacífico y que se produce cada 20 a 25 años.
"Esta tiene fases lluviosas que se llama ‘El Viejo’ y fases secas que se llaman ‘La Vieja’. Los ‘80 y ‘90 fue fase el ‘Viejo’ donde los ‘Niños’ que ocurrieron allí fueron muy lluviosos (...) Desde 1998 al 2025 vamos a estar en ‘La Vieja’, en que los ‘Niños’ que van a haber son débiles como el de este año", precisó el biólogo que también trabaja en el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Ceaza).
Según dijo, en la región de Coquimbo existen 1.500 plantas nativas, mientras que en Atacama son otras mil. La mayoría de ellas responde a la lluvia y por eso aparecen flores, los arbustos incrementan su biomasa y también aumenta la fauna. "Los roedores nativos tienen alimento y crecen sus poblaciones al año siguiente. Y como van a aumentar los roedores que comen hierba el próximo año, los zorros, que se los comen, tienden a crecer entre el segundo y tercer año de las lluvias", comentó Squeo.
El científico aseguró que por el Desierto Florido hay una gran pérdida de especies, causada por diversos factores. Uno de ellos es el pastereo de cabras, animales que literalmente arrasan con todo vegetal que encuentran a su paso en sectores de gran extensión Además, existen personas que sacan trozos de tierras con máquinas para vender los bulbos y semillas por Internet; así como turistas que se detienen a cortar las flores junto a la carretera.
Squeo criticó que desde Coquimbo (región que tiene la mayor biodiversidad de Chile) hasta la Araucanía no existen terrenos del Estado para realizar conservación de especies. Cuestionó que la ley de bases del medioambiente, pese a tener un artículo en que se promueve la conservación en zonas privadas, "todavía tiene el elemento que la hace operativa en esa ley, parado. E información sacada la semana pasada de la Conama, indica que no hay voluntad política en este gobierno para hacer nada más", afirmó el experto, quien forma parte también del Instituto de Ecología y Biodiversidad.