SANTIAGO.- Promesas, aplausos, pifias, y recriminaciones no faltaron en la hora y 35 minutos que duró el primer debate presidencial realizado esta noche en TVN.
Si bien varias ideas ya habían sido mencionadas anteriormente por cada uno de los cuatro candidatos en materia de delincuencia, combate de la crisis económica y educación, el encuentro tuvo pasajes destacados a la hora de abordar las propuestas para combatir la corrupción y responder las preguntas del público.
Fue en ese momento cuando Eduardo Frei, Sebastián Piñera y Marco Enríquez-Ominami se enfrascaron en una serie de acusaciones mutuas, olvidándose del candidato del Juntos Podemos, Jorge Arrate, quien a pesar de ello se encargó de recordar que estaba presente, dando incluso pie al único momento divertido del debate.
Todo comenzó cuando el diputado independiente emplazó a sus contrincantes del oficialismo y la oposición a transparentar sus gastos de campaña, y siguió cuando Frei encaró a Piñera por el último informe de Transparencia Internacional, que mencionó el proceso abierto por parte de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) en contra del empresario, por la compra de acciones de LAN el año 2007.
"Hoy día hemos escuchado un informe de Transparencia Internacional, que le hace un cargo muy grave al candidato de la derecha por uso de información privilegiada. Transparencia Internacional es un organismo reconocido mundialmente. Y hoy día dice claramente que aquí hubo uso de información privilegiada, y que eso puso en debate la transparencia y la credibilidad del sistema chileno", acusó el senador DC.
"Yo me pregunto, y los chilenos también tenemos derecho a preguntarnos: una persona que aspira a la Presidencia de la República no puede estar en los informes de Transparencia Internacional en esas condiciones", prosiguió.
La respuesta de Piñera llegó minutos después, cuando debió abordar la inquietud sobre vivienda planteada por un telespectador.
"Le quiero decir al senador Frei que no puede ser tan irresponsable y faltar a la verdad como lo acaba de hacer. Nunca he usado información privilegiada y nunca nadie me lo ha imputado y espero que se disculpe", espetó el abanderado de la oposición, en medio de los aplausos de sus partidarios.
"Además, mis inversiones siempre han sido transparentes y las suyas, senador Frei, las conoce usted y su hermano Francisco", agregó.
La pugna entre ambos continuó a la hora final, cuando debían exponer en un minuto y medio las razones por las que deben ser elegidos como Presidente.
Piñera aprovechó ese momento para enrostrar al postulante oficialista el indulto que, en su calidad de gobernante, otorgó en 1994 al narcotraficante Ángel Vargas Parga.
"El senador Frei ya fue Presidente, tuvo su oportunidad y creo que la dejó pasar. Y también debió haber explicado por qué indultó al más grande narcotraficante que hemos tenido en nuestra historia", manifestó el empresario.
Risas y pifias del "apasionado" público
Cuento aparte fue el protagonizado por Enríquez-Ominami, quien se encargó de instar en varios momentos a sus contrincantes a explicar cómo financiarán cada una de sus propuestas, ya que él lo hará mediante una reforma tributaria.
Del mismo modo, les pidió especialmente a Frei y Piñera que informen sus gastos de campaña, tal como él lo ha hecho. Mientras el postulante opositor le aclaró que ese dato está en su sitio web y que el monto es el doble al invertido por el diputado, con un tono de broma el postulante de la izquierda, Jorge Arrate, agradeció al ex PS por no incluirlo en esta solicitud.
"Quiero agradecer la delicadeza de Marco de no preguntarme por mis gastos, porque el problema que tengo yo es de ingresos", dijo el ex ministro de Allende, desatando risas y aplausos de los 400 invitados al estudio 9 de TVN.
Pero el "honorable público" no sólo tuvo gestos amistosos hacia los candidatos. Las pifias también se oyeron y con fuerza al comienzo del encuentro, cuando Piñera planteó la necesidad de que los empresarios "sepan respetar" los derechos de los trabajadores.
Este tipo de manifestaciones obligó al moderador del encuentro, Alejandro Guillier, a exigir en más de una ocasión que el "apasionado público" respetara las intervenciones.
Al final, todos se retiraron con aplausos y dándose por vencedores, aunque serán los ciudadanos quienes determinen quién mostró más seguridad, presentó más propuestas y, por lo mismo, merece ser el nuevo Presidente de Chile.