Alejandro Salas consideró que no hubo una mala práctica en el capítulo chileno de Transparencia Internacional.
Sergio Riobo, La SegundaSANTIAGO.- El director regional para las Américas de Transparencia Internacional, Alejandro Salas, afirmó a Emol desde Berlín que la polémica generada en Chile a raíz del último reporte para el Informe Global de Corrupción se ha "sobrepolitizado".
En el documento -que ha sido calificado como "sesgado"- se acusa a Sebastián Piñera de usar información privilegiada y fue utilizado por Eduardo Frei en contra del candidato presidencial de la Alianza en el debate presidencial de la semana pasada.
"Creo que se ha sobrepolitizado este tema (...) Se ha utilizado como una bandera de lucha política, cuando en verdad el informe tiene una sustancia bastante rica en cuanto a contenido", sostuvo Salas.
El representante de Transparencia Internacional también descartó la existencia de una "conspiración", según la cual el organismo y en particular Chile Transparente diseñaron el lanzamiento del informe para que coincidiera con el debate presidencial.
En este sentido, Salas explicó que el documento es un producto global que incluye a más de 45 países y que la fecha de su publicación se define sobre la base de criterios internacionales.
"En este caso en particular (el informe) se lanzó en Nueva York alrededor de las actividades intensas que había en Naciones Unidas esa semana, combinado con la reunión del G20 en Pittsburgh. Es decir, era completamente otra lógica. Fue una coincidencia que justamente ese día estuviera el debate", apuntó.
Consultado respecto a cómo afecta esta polémica al organismo, Salas afirmó que "desde luego que no nos beneficia en nada".
"Para nosotros nuestra reputación, nuestro buen nombre es fundamental, es tal vez nuestro principal valor. Entonces cualquier elemento que pueda hacer dudar o que pueda señalar que tenemos filiación partidaria o que utilizamos nuestra posición para favorecer ciertas tendencias políticas, desde luego que nos afecta", aseguró.
"Vamos a tener que esforzarnos muchos en revertir eso, particularmente en Chile. Pero desde luego que lo vamos a trabajar", agregó.
Responsabilidades
El director regional para las Américas de Transparencia Internacional también calificó como "difícil" adjudicar la responsabilidad de la polémica a alguien, ya que -según explicó- la elaboración del informe responde a un proceso "bastante complejo" que se extiende durante varios meses.
"Es un proceso grande en el cual intervienen varias partes", afirmó.
A esto se suma que los capítulos nacionales de la entidad tienen un grado muy alto de autonomía para decidir su agenda, sus objetivos y su estructura organizacional, entre otros.
En este sentido, Salas sostuvo que, considerando específicamente lo que ocurrió en Chile -que el informe fue divulgado sin que antes el directorio de Chile Transparente lo hubiera conocido o aprobado-, "no se puede hablar de que se violó una regla (...) porque no era un proceso que estaba establecido".
"No es que se haya saltado un regla, simplemente no estaba debidamente institucionalizado, no estaba debidamente incluido en las reglas de cómo se hacía el trabajo. Ha sido una falla más bien por un tipo de falta de que no existía esa regla, pero no ha sido una violación de alguna regla", enfatizó.
Por esta razón, el representante de Transparencia Internacional consideró que no hubo una mala práctica o una mala intención en el actuar del capítulo chileno.
Sin embargo, señaló que lo ocurrido en Chile sirve como experiencia para revisar, fortalecer y mejorar los mecanismos de trabajo de la entidad.