SANTIAGO.- Luego de que se dieran a conocer las sentencias por el crimen del coronel (r) del Ejército Gerardo Huber, en 1992, el ministro de la Corte de Apelaciones de San Miguel, Claudio Pavez, afirmó que el móvil detrás del homicidio era ocultar el tráfico de armas a Croacia.
"Se trató de silenciarlo, porque hubo muchas operaciones, muchas actividades tendientes a evitar que Huber declarara y que concurriera a los tribunales, y después que fueron fracasando una tras otra se llegó a la instancia final, (en) que muere Huber", sostuvo.
Tras notificar a los tres ex uniformados condenados en el caso y al único de los acusados que fue absuelto —el general (r) Eugenio Covarrubias— el magistrado precisó que el objetivo de la operación en que se dio muerte a Huber fue "ocultar la existencia de la asociación ilícita".
Asimismo, precisó que se quiso encubrir "todos las variantes que tenía la actuación de esta gente respecto del tráfico de armas y respecto de otras situaciones que están todavía algunas de ellas en etapa de investigación, como el problema de los tanques Leopard, como el caso de las armas a Ecuador, y como una serie de investigaciones en que las mismas personas aparecen involucradas de una o de otra manera".
Según la resolución, el general (r) del Ejército Víctor Lizárraga, ex subjefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército, fue condenado a 5 años por asociación ilícita y 5 años por homicidio calificado; el brigadier (r) Manuel Provis, ex jefe del Batallón de Inteligencia del Ejército, recibió 4 años por asociación ilícita y 4 años por homicidio calificado.
El general (r) Carlos Krumm, ex jefe de Logística, fue condenado a 541 días de presidio por homicidio calificado y absuelto por asociación ilícita; y el coronel (r) y amigo personal de Huber, Julio Muñoz, a 540 días por homicidio y 60 días por asociación ilícita.