Delincuentes intentaron secuestrar niños vía engaño telefónico

SANTIAGO.- La vida de Cinthya Ramírez pudo dar un giro terrible la tarde del pasado viernes cuando su familia fue víctima de un particular e inédito intento de secuestro. De acuerdo al relato de la mujer, unos sujetos contactaron a Mónica, la asesora del hogar, vía teléfono y se hicieron pasar por carabineros que estaban en medio de un accidente en que las víctimas era, precisamente, la dueña de casa.

“Le dijeron que la señora Cinthya Ramírez, que soy yo, había sufrido un accidente de auto y estaba herida grave. El sujeto se identificó como un capitán de Carabineros. Le dijo que mi marido (René) le pedía que subiera a un taxi con los dos niños y se fuera a la posta del hospital Salvador y que, además, tenían que llevar las joyas y un computador. Le dijeron que mi marido quería llegar a un acuerdo con la persona que había chocado con el auto”, cuenta la mujer.

El hecho se registró cerca de las 19 horas y de no ser porque el matrimonio llegó a la casa de calle El Peumo en Lo Barnechea, el delito probablemente se habría consumado. Según el relato, los delincuentes conocían el teléfono fijo de la casa, el celular de la nana —hubo un segundo llamado al móvil— y los nombres de todos los integrantes de la familia.
“Llegamos a la casa a las 7:30 horas y nos damos cuenta que los niños están fuera con la puerta de la casa abierta de par en par con una mochila y unas bolsas y ahí nos damos cuenta de que algo había pasado”, recuerda.

Una de las últimas cosas que el falso capitán le dijo a la asesora del hogar era que el taxi estaba pedido y que pronto llegaría a buscarlos. Pero en el intertanto, Cinthya y su marido llamaron a Carabineros, quienes le recomendaron esperar. El vehículo de alquiler efectivamente llegó y su conductor fue detenido por los oficiales. El hombre señaló que sólo cumplía con un requerimiento llegado a su central de informaciones y luego quedó libre.

La policía investiga ahora el tráfico de llamadas hacia la casa y empresa de radiotaxis. Además del número registrado en el celular de la nana. La técnica ocupada por los delincuentes es reconocida y se ha vuelto común en los últimos meses para apropiarse de dinero. Lo diferente es que no se tienen muchos registros de que el engaño sea usado para, eventualmente, secuestrar a las víctimas.