SANTIAGO.- Las autoridades sanitarias investigan la muerte de unas 600 aves marinas en las playas de Queule, comuna de Toltén, y los primeros indicios apuntan a que quedaron enredadas en una malla pesquera y se ahogaron, informó el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
Las aves, conocidas como fardelas y cormoranes, fueron halladas muertas en las playas de Queule, comuna de Toltén, el mismo lugar en donde en marzo de este año aparecieron cientos de pingüinos muertos y en abril unas 900 toneladas de sardinas varadas.
"A partir de lo que observó el SAG en la playa, probablemente sean causas mecánicas, porque se encontraron daños y laceraciones en el cuerpo de las aves, lo que hace presumir que se atascaron en redes de pesca", dijo el director regional del SAG, Marcelo Cortez.
A pesar de las evidencias, el SAG dispuso exámenes de laboratorio para las aves para descartar algún tipo de virus.
Según el alcalde de Toltén, Rafael García, el hecho pudo deberse a la falta de fiscalización en la pesca industrial.
El hallazgo motivó una reunión urgente del SAG con el municipio, la Oficina Nacional de Emergencia, Bomberos y Polícia. Las autoridades tomaron muestras de los animales y las enviaron a análisis.
En mayo el fiscal de delitos contra el medio ambiente, Sergio Moya, determinó que la muerte de los pingüinos encontrados en esas mismas playas se debió a asfixia producida tras quedarse atrapados en redes pesqueras.