Virginia Marcel actualmente sólo recibe un tratamiento paliativo del dolor.
Fernando Herrera, La SegundaSANTIAGO.- Si finalmente el Ministerio de Salud le entrega la droga que necesita para prolongar su vida, Virginia Marcell (57) planea disfrutar un poco más de la compañía de su esposo, de sus dos hijos y, "si Dios lo permite, conocer a mis nietos, porque todavía no tengo nietos y soy muy querendona con los niños".
Pero esos pequeños proyectos, ya inciertos debido al cáncer renal que padece en etapa de metástasis, sufrieron un nuevo traspié luego de que el ministerio, a través del Servicio de Salud Occidente, decidiera apelar al fallo unánime de la Corte de Apelaciones de Santiago, que había ordenado entregarle gratis el medicamento "Sutent", que tiene un valor de $3.900.000 al mes y que debe ingerir durante 8 meses.
Dicha droga podría extender la vida de la paciente en 5 años más, pero si no la consume el plazo se reduce a sólo algunos meses. Su única esperanza de adquirirla es en el sistema público, pues recibe una pensión de $140.000.
Como el tiempo es clave para sus posibilidades, el senador Guido Girardi acudió hoy a la Corte Suprema para solicitarle que agilice la revisión de la apelación y se resuelve pronto el caso de Virginia. "Le hemos pedido a este tribunal que este trámite lo haga de la manera más expedita posible, porque cada día que pasa ella pierde la posibilidad de vivir", señaló el legislador.
Actualmente, Virginia sólo recibe un tratamiento paliativo del dolor, en el Hospital San Juan de Dios, donde le entregan Tramal y Paracetamol. Aunque dice que esos remedios le sirven, no oculta su temor porque el proceso judicial tarde mucho tiempo y después la droga no le haga efecto. "Quizás llegue el momento en que me den la droga, pero a lo mejor ya no me va a servir", indica.
En cuanto a su estado de salud, dice que hay días en que se siente "bien" y otros "mal". "Esto es así", señala. "Me da una especie de calambres en la 'guatita', por la misma metástasis. En estos momentos no sé cómo estaré interiormente porque la última resonancia me la hicieron en abril", explica. Afirma que con su diagnóstico debiera estar postrada, pero dice tener fuerzas. "Tengo ganas de vivir y le pido todos los días a Dios que me dé un poquito más de fuerza y de paciencia", señala.
"Si fueran humanos se pondrían en mi lugar"
Virginia señala que cuando la semana pasada se enteró del fallo favorable de la Corte de Apelaciones estaba "muy feliz", pero que esa alegría se transformó en "tristeza" y "desilusión" al conocer que el Ministerio de Salud apeló a la resolución para no entregarle el medicamento.
"El fallo para mí primero fue una bendición, pero ahora realmente me siento desilusionada de los que mandan y ahora están apelando. No sé si serán seres humanos o no, pero yo pienso que si fueran seres humanos se pondrían en mis zapatos y no me dirían que por un asunto de plata no tengo derecho a vivir", dice Virginia.
Por el contrario, critica a las autoridades porque, a su juicio, "no se ponen la mano en el corazón, sino que en el bolsillo" y afirma que "si el día de mañana me pasa algo, será cosa de Dios, pero también estará la mano del hombre, que no me brindó el apoyo que yo necesitaba a través de un medicamento. Si esto no me resulta, que eso quede para sus conciencias".
El senador Guido Girardi, quien apoya a Virginia en el proceso, llamó al Ministro de Salud a retirar la apelación y cumplir con el fallo de la Corte de Apelaciones, al tiempo que calificó como "inmoral que en un país como el nuestro la gente que tiene plata se pueda salvar y la que no tiene esté condenado a morir".
En ese sentido, criticó duramente la apelación del Minsal, hecho que consideró como "deshumanizado" y "brutal" y afirmó que dichas autoridades "violan el juramento hipocrático" y no debieran ocupar cargos públicos pues, al contrario, "un funcionario de Salud tiene que velar por salvarle la vida a las personas".
"No puede haber personas en este país que dirijan instituciones de Salud que, habiendo un fallo unánime de un tribunal como la Corte de Apelaciones, en vez de cumplirlo, le roben la esperanza a esta mujer, que no tiene recursos, de vivir", cuestionó.
Añadió que con su actuar las autoridades "están dejando morir a una persona, sabiendo que el medicamento existe, que se puede comprar y que el país tiene los recursos para comprarlo" y afirmó que "ella ni ningún chileno tiene por qué quedarse en la casa esperando morir porque no tiene los recursos".
Advirtió además que estudian presentar una querella por denegación de atención, puesto que a Virginia el medicamento fue recetado en mayo pasado, por lo que ya lleva 6 meses sin recibirlo. Remarcó además que la droga le fue indicada a la paciente por el comité oncológico del propio Hospital San Juan de Dios.