SANTIAGO.- Con su votación pendiente para la próxima sesión ordinaria de la primera semana de diciembre quedó el proyecto, en segundo trámite, que moderniza el Ministerio de Defensa Nacional.
Durante la tercera jornada de debate que fue declarada secreta se aprobaron, en forma unánime, todas las normas de la iniciativa que llegaron a la Sala con el acuerdo de la Comisión de Defensa, y quedaron aplazados algunos de los artículos que venían con votación dividida.
Así lo aseveró, al término de la reunión, el senador UDI Jorge Arancibia, presidente de la instancia especializada, quien resaltó la importancia y trascendencia de la profunda reestructuración que este proyecto implicará para el sector de la defensa.
De este modo, la iniciativa apunta a diseñar un Ministerio mejor organizado, con funciones claras y mecanismos de control y transparencia que entregue a la defensa nacional una organización acorde con las necesidades y desafíos que demanda el nuevo ambiente de seguridad regional e internacional.
Asimismo crea una institucionalidad eficaz y eficiente para la gestión de formular, ejecutar y controlar las políticas sectoriales y de los procesos gubernativos asociados.
Por otra parte, la iniciativa homologa la gestión del sector defensa con la modernización en el resto de la administración del Estado; y da expresión legal a los avances en la relación institucional entre las autoridades políticas y militares que se ha denominado como las buenas prácticas sectoriales.
Cabe señalar que el texto legal establece que la conducción de la defensa corresponde al Presidente de la República, y que el Ministerio de Defensa es el órgano superior de colaboración del Primer Mandatario en las funciones de Gobierno y de administración en este ámbito.
También se explicita que la Junta de Comandantes en Jefe será el más alto organismo asesor del ministro de Defensa Nacional en asuntos de interés de las Fuerzas Armadas y contempla un rediseño del esquema de las subsecretarías, para lo cual se propone terminar con las subsecretarías de Guerra, de Marina y de Aviación, conjuntamente con la Dirección Administrativa.
En su reemplazo, se crean las subsecretarías de Defensa y para las Fuerzas Armadas, estableciéndose claramente las funciones de ambas.