María Teresa Johns recordó hoy a su hijo en el lugar donde fue encontrado.
Víctor Salazar, El MercurioCONCEPCIÓN.- Con una ofrenda floral, una bandera chilena y una foto a los pies de una cruz donde el 12 de febrero de 2004 apareció en cuerpo de Jorge Matute Johns, a orillas del río Biobío en la ruta que une Concepción con Nacimiento, su madre, María Teresa Johns, conmemoró los 10 años de la desaparición y muerte del universitario penquista, cuyo caso está sobreseído sin responsables y ni siquiera con una causa de muerte establecida.
A Jorge Matute se le perdió todo rastro la madrugada del 20 de noviembre de 1999, cuando acudió a la discoteca La Cucaracha de Talcahuano.
Más de 600 personas fueron interrogadas, $1.000 millones se destinaron a las pesquisas, dos jueces sustanciaron el proceso que tiene más de 40 tomos y dos teorías policiales dispares son parte de los números de este emblemático caso de la Región del Biobío.
"Son 10 años que se han burlado de los sentimientos de una madre, 10 años de puras mentiras, 10 años donde no ha habido voluntad de investigar, 10 años que los asesinos de mi hijo están felices y aplaudiendo, pero yo como madre no voy a bajar los brazos y no los voy a dejar dormir tranquilos", expresó María Teresa Johns.
La causa, en manos del ministro en visita Juan Rubilar, fue reabierta hace dos meses para interrogar a Cristian Araos Díaz, hermano de uno de los ex procesados por obstrucción a la justicia y vocero de ellos, quien dijo tener antecedentes relevantes.
Sin embargo, el juez especial estimó que no aportaba nada nuevo y volvió a cerrar el sumario.
La defensa de la familia Matute apeló, por lo que el expediente debe ser visto por la Corte de Apelaciones de Concepción. De confirmarse el sobreseimiento, el abogado de la familia, Fernando Saenger, afirmó que recurrirán a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.