SANTIAGO.- Tras los cuestionamientos que surgieron respecto al supuesto estrés que estarían sufriendo los carabineros de la Región de La Araucanía, -luego de la muerte de un policía por un paro cardíaco que lo afectó durante un desalojo-, el ministro del Interior (s), Patricio Rosende, aclaró que los efectivos de esa zona tienen la misma presión que en otros lugares del país.
“La situación en La Araucanía no es distinta a la que viven los carabineros en poblaciones complejas de las ciudades grandes”, precisó Rosende.
El secretario de Estado (s) reconoció que si bien los patrullajes en esa región exceden las ocho horas de trabajo, también se les entregan las mismas condiciones de apoyo que a los funcionarios del resto del país.
“Los patrullajes exceden ese tiempo, pero todo el apoyo que se entrega (...) en todo el país, tanto sicológica como de evaluación de sus condiciones, nos dan cuenta que en La Araucanía no tenemos una condición de estrés mayor al que enfrentan los Carabineros en cualquier otro lugar”, insistió el ministro (s).
Respecto a la posibilidad de solventar los turnos de 14 horas que se realizan en las zonas conflictivas de la región, Rosende recalcó que dicho excedente en las horas de trabajo es producto de la “naturaleza de la función policial”.
“Cuando ocurre un accidente o una calamidad y el carabinero está cumpliendo su turno, a ninguno de ellos, en ninguna parte de Chile se le va a ocurrir decir: ‘Yo terminé mi turno y me voy’. Sigue cumpliendo su función porque esa es su vocación”, dijo el ministro (s).
El cabo segundo de Fuerzas Especiales de Carabineros, Claudio Godoy Benavente (30), sufrió un paro cardíaco mientras repelía un ataque a pedradas de una treintena de mapuches que intentaron ingresar al fundo “Roble Huacho” de la forestal Masisa, 10 kilómetros al sur de Temuco.
El grupo de mapuches, tras ser impedidos de entrar, reaccionaron violentamente, y retornaron reagrupados agrediendo al personal policial con boleadoras y hondas. Algunos indígenas de la comunidad autónoma Juan Quintrimil, al enterarse de la muerte del carabinero, reaccionaron con frases desafiantes en contra de la institución policial, calificando de "justicia divina" el deceso.