VALPARAÍSO.- La diputada PPD Laura Soto, junto a víctimas del Buque Escuela Esmeralda y familiares y amigos del sacerdote Miguel Woodward, reaccionaron molestos por la manera en que respondió la Armada frente al procesamiento de 11 ex altos funcionarios, y la postura del Gobierno respecto a la suspensión de la Regata del Bicentenario.
"Estamos indignados que se haya suspendido una actividad organizada en conjunto entre la Armada y el Gobierno. Este es un acto de indisciplina grave porque aquí se tomó una decisión a espaldas del poder civil. Frente a los hechos consumados el ministro (de Defensa, Francisco) Vidal tuvo que hacer una declaración sumamente ambigua, culpando la suspensión a problemas con su agenda", sostuvo la parlamentaria.
La diputada PPD agregó que "la Esmeralda seguirá siendo repudiada en todos los puertos del mundo, si la Armada no enfrenta su responsabilidad y pide perdón por los actos del '73".
Por su parte, María Eliana Comené, quien fuera retenida en el Buque, señaló que "es una vergüenza que tengamos que aceptar la prepotencia de la Armada que no asume que las víctimas podemos declarar y reconocer a quienes nos torturaron y avasallaron. Esto debiera ser para ellos una lección de humildad y reconocimiento".
Asimismo, anunció que ninguno de los ex prisioneros políticos que estuvieron en La Esmeralda participará del acto de desagravio que estaría organizando la institución Naval.
Mientras, Patricia, hermana del sacerdote Miguel Woodward, indicó que "en una época le pedimos al ex almirante (Rodolfo) Codina que mientras antes dijeran toda la verdad, enseñaran todos los documentos, la marina tendría una cierta nobleza, pero no lo han hecho y cada vez sale a la luz más informaciones que los avergenzan".
Finalmente, la Asamblea de Derechos Humanos, encabezado por Eduardo Morris, solidarizó con las víctimas en esta causa, y valoró la valentía de la magistrado Eliana Quezada, quien "ha continuado con su trabajo pese a las presiones y amenazas de las que ha sido objeto".