SANTIAGO.- El médico tratante de Virginia Marcell (57) en la Fundación Arturo López Pérez , Dr. Mauricio Mahave, aclaró que el tratamiento oncológico que actualmente recibe la mujer en esa institución –por el cual la Corte Suprema rechazó su petición de que el Estado le entregara gratis el medicamento Sutent– se encuentra aprobado internacionalmente y sus efectos están demostrados.
El oncólogo explicó que para el tratamiento del cáncer de riñón metastásico, que padece la paciente, "existen cinco alternativas de tratamiento, que según los estándares internacionales está demostrada su efectividad, y ella está recibiendo una de estas cinco alternativas", que es en base a las drogas Bevacizumab e Interferon.
Virginia Marcell, asesorada por el senador Guido Giradi, recurrió a la justicia para que el Estado le garantizara la entrega gratuita del medicamento Sutent, que le fue recetado en el sistema público y que debido a su alto costo ($3.900.000 al mes) no podía adquirir con su pensión de $140.000. Pero mientras seguía el proceso judicial, pudo acceder a un tratamiento gratuito con las drogas Bevacizumab e Interferon en la Fundación Arturo López Pérez, lo que no se conoció.
En noviembre pasado, la Corte de Apelaciones falló en favor de la paciente, pero el Ministerio de Salud recurrió a la Corte Suprema, que esta vez encargó un estudio al Hospital Clínico de la Universidad de Chile. Esta semana, el máximo tribunal negó la petición de Virginia Marcell, argumentando que ésta ya recibía un tratamiento en la mencionada fundación el cual, según consigna el fallo, "está aceptado internacionalmente" y "no se justifica" reemplazar por el Sutent.
No obstante, el fallo fue rechazado por los asesores de Virginia Marcell, que estudian recurrir con su caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Pero su médico tratante en la Fundación Arturo López Pérez, Dr. Mauricio Mahave, es enfático en afirmar que la efectividad del tratamiento que ella recibe está demostrada desde 2005, que "no es un tratamiento alternativo" y que, más aún, "tiene un costo de 4 millones de pesos", que es incluso mayor al del Sutent.
El oncólogo explica que dicho tratamiento, con Bevacizumab e Interferon, cumple la función de "mejorar la calidad de vida de la paciente y prolongar su vida", al igual que el Sutent. Apunta que "tanto en Estados Unidos como en Europa, está probado como tratamiento para el cáncer de riñón metastásico" y que no hay estudios que demuestren que el Sutent sea más efectivo.
Indica que durante estos días corresponde realizarle a la paciente la primera evaluación con imágenes, tras lo cual se conocerá en mayor detalle su estado actual de salud. No obstante, señala que la mujer "está estable, con algunas molestias por su enfermedad, pero está relativamente bien".
"No es un conejillo de indias"
El médico rechazó tajantemente las declaraciones del abogado de Virginia Marcell, Lorenzo Soto, quien afirmó que la terapia que recibe en la fundación es parte de un "experimento médico", que las drogas "no están aprobadas internacionalmente" y que ella sería un "conejillo de indias".
Al respecto, el Dr. Mahave indicó que la mujer efectivamente es parte de un "estudio clínico de investigación" de carácter internacional, pero remarcó que en éste se utilizan drogas cuya efectividad está probada, que en ningún caso dañarían o no le harían efecto a la paciente, y que el único objetivo de la fundación al ser parte de esos estudios es que de esta forma pueden conseguir costosos medicamentos "de primera línea" para entregárselos gratis a los pacientes.
En el caso de Virginia Marcell, el Dr. Mahave explica que ella forma parte de un estudio que pretende testear si al combinar dos drogas (todas éstas aprobadas) para el cáncer renal metastásico su efecto es aún más favorable para el paciente.
"No se sabe si es mejor combinar dos de esas cinco drogas aprobadas, que se sabe que sirven para el cáncer de riñón, y este estudio quiere ver eso", explica el médico. Para realizar el estudio, a un grupo de pacientes se le aplican dos medicamentos simultáneos -"que están demostrados que sirven por separado"- y a otro se le aplica un tratamiento "estándar", que se realiza porque se requiere como punto de comparación.
Indica que dentro de este último grupo se encuentra Virginia Marcell, a quien correspondió aplicar el tratamiento "estándar" de Bevacizumab e Interferon. "A ella le tocó un tratamiento en uso, el comparativo", precisa el oncólogo, quien en enfático en afirmar que "ella no es un conejillo de indias, porque no está consumiendo un remedio que no se sabe su efectividad".
Para despejar todas las suspicacias respecto de los estudios clínicos que realizan en la fundación, el médico aclara que todos éstos son parte de investigaciones mundiales, donde se utilizan "drogas contra el cáncer que está demostrada su efectividad" y que el único beneficio que les acarrea es obtener desde el extranjero drogas gratis para los pacientes que en Chile no podrían costearlas.
"El objetivo de nosotros de tener estudios clínicos de investigación en la fundación es justamente para que pacientes puedan tener acceso a tratamientos de altísimo costo y que de otra forma no podrían tener acceso", indica el médico, quien detalla que en la fundación han podido tratar a cien pacientes gracias a esa modalidad durante este año.
Añade que el proceso para que autoricen un estudio de investigación es "sumamente riguroso", que incluye el visto bueno del "Comité de Ética del Servicio de Salud Metropolitano Oriente", tras lo cual la propia fundación "analiza que sea un estudio que no va a someter al paciente a un riesgo".
A esto se suma que los estudios clínicos "son absolutamente libres", donde la paciente "firma un documento donde se explican los beneficios y que ella puede abandonar en cualquier momento".