SANTIAGO.- Jeannette Hernández y su marido, Pablo Rojo, no se veían desde hace tres meses. Y hoy se reencontraron en la séptima audiencia del juicio oral en contra de la mujer imputada por los delitos de parricidio y parricidio frustrado, en contra de sus propios hijos Esteban (7) y Pablo (15).
Aunque lo sentaron de espalda a su mujer, Rojo entró sin mirarla, estuvo tres segundos de pie, y mientras frotaba sus manos temblorosas comenzó a decir su nombre y el tipo de relación que mantenía con la imputada.
"Yo siempre he sido de las personas que si forman una familia, iba a ser para siempre", dijo Rojo, antes de que se le quebrara la voz, y bajo la atenta mirada de Hernández, quien además, por orden del magistrado, tenía prohibido realizar cualquier tipo de gesto.
Durante la audiencia, que se extendió por más de tres horas, el padre de los niños entregó impactantes detalles de su vida marital, la cual estuvo marcada por los constantes celos y mentiras de su mujer.
Si bien Rojo precisó que las escenas de celos ocurrían tres o cuatro veces a la semana -le olía la ropa, los oídos, le revisaba la billetera y le controlaba los horarios- meses antes y después del ataque a sus hijos, las presiones de Jeannette Hernández aumentaron, sobre todo cuando apareció en sus vidas Miriam Peña, la "Rancherita", a quien el padre de los niños ayudó para impulsar su carrera musical.
"Ella me decía que yo le encontraba (a Miriam) la voz linda, que me gustaba escucharla y que cada vez que me metía al computador era para escuchar sus canciones", dijo Rojo, quien además afirmó que Hernández le borró todas las canciones del PC que estaban preparando para un CD.
De hecho, recalcó que una de las facetas que más le impactó de su mujer es el comportamiento que tuvo tras la muerte de sus hijos.
"Después del funeral de cachorro (Esteban) quise ir a declarar a la Fiscalía y ella empezó nuevamente con el problema de los celos, que tenía que decirle todo. Ahí me di cuenta que para ella no había duelo y estaba más preocupada de lo que yo hacía o había hecho", sostuvo.
Además, precisó que varias escenas, a las que él denominó "show barato", terminaban con amenazas de suicidios.
"Un día estábamos acostados (antes del ataque) y ella se levanta, baja y empieza a correr muebles, miro y le digo que ya está haciendo un show barato. Yo entendí que iba a suicidarse y le dijo a Estebancito: Perdóname por lo que voy a hacer. Ella siempre hacía estas cosas, hablaba del Metro, del canal", declaró Rojo.
La cuestionada violación de Jeannette
Para la Fiscalía y para Pablo Rojo una de las mentiras más evidentes de Hernández es una supuesta violación que habría sufrido meses antes del ataque a los niños, cuyo agresor la habría extorsionado pidiéndole dinero, a cambio de no tomar represalias contra su familia.
Bajo este argumento, Hernández justificó ante su marido los más de 15 dividendos de la casa que no pagó.
"Fui al banco a pedir una clave pero no pude ingresar a mi cuenta porque me aparecía un error (…). Le pregunté a la ejecutiva y me dijo que era porque tenía once dividendos sin pagar y estaban a punto de embargarme la casa", dijo Rojo.
"Le pregunto a Jeannette y me dice que me quede tranquilo que están pagados (…). La llevé al banco y junto a la ejecutiva vimos cómo pagaba, al verla me percaté de que nunca lo había hecho (…). Cuando le expliqué lo del embargo, su respuesta fue: ¡qué tanto!, arrendamos", recordó Rojo.
“Me sentí como un estropajo, no querido, engañado, con todo lo que luché para tener eso y ella muy suelta haya dicho que arrendábamos. Ahí empecé a perder todo el amor que sentía por ella", lamentó.
Sin embargo, tras las presiones del padre de los niños por saber qué había pasado con el dinero, Hernández decidió contarle: "Me dice que la estaban extorsionando (…) que la habían violado. Cuando le dije que era grave y que había que denunciarlo, su respuesta fue que tenía todo arreglado. Ahí me di cuenta que era una mentira".
Pero eso no es todo. Tiempo después, Hernández se retractó de dicha versión y le reconoció a un vecino que la violación nunca había ocurrido.
Sin embargo, tras el ataque que sufrieron los niños, Rojo recordó el supuesto abuso de Hernández y pensó que "quizás no era una mentira". "Se lo comenté al comisario y el comisario le preguntó a Jeannette (de la violación) y ella le dice que es mentira, entonces estaba quedando yo como mentiroso", aseguró.
Posteriormente, luego de ocho meses de prisión preventiva, la versión volvió a cambiar.
"Me juntó a mí, a mi cuñado y a mi hijo (Cristian) (en la cárcel) y dijo que si bien ella había dicho que lo de la violación era mentira. Mintió, porque resulta que era verdad (…). Dijo que mintió por proteger a los niños (…). Pero me dio rabia porque había jugado con los policías, los fiscales y conmigo", indicó Rojo.