SANTIAGO.- Un cuestionamiento a las políticas valóricas que tendrá el próximo Presidente de Chile, a días del balotaje del 17 de enero, hizo el arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Javier Errázuriz, en su tradicional mensaje navideño.
Repasando los relatos del Evangelio referentes "al nacimiento de Jesús y los que narran su Pascua", el cardenal lanzó interrogantes respecto a la colaboración que tendrá el Mandatario electo tanto con la Iglesia como con la sociedad.
"Todavía no concluye el período electoral. Quien elijamos Presidente de la República, ¿colaborará con Dios y con nuestras esperanzas, construyendo con nosotros (...) una sociedad sobre el fundamento de la verdad, en la cual se respeta siempre la vida y se ponen las condiciones para que todos puedan tener una existencia digna y feliz?", preguntó.
Lo anterior cobra relevancia para el arzobispo capitalino, más cuando se está en vísperas del Bicentenario, período en el que, postula, se debe colaborar en la construcción de una Patria en la que "nadie quede excluido".
"¿Cooperará con nosotros el nuevo Presidente y todos los parlamentarios en la edificación de una sociedad basada en la justicia y el amor, un pueblo colmado de paz, constituido por familias que sean santuarios de la vida y la confianza, donde los hijos tengan el apoyo estable de sus padres; un pueblo donde los más pobres tengan educación y salud de calidad, donde los que viven en la calle tengan trabajo y esperanza, lejos de la droga?", agregó.
Regalo eclesiástico
Además de plantear que el verdadero sentido de la Navidad es "el Padre de los cielos", por lo que no se deben desear "otros bienes con mayor anhelo que aquellos que él nos trae", Errázuriz instó a los chilenos a valorar esta fecha como "una de las fiestas más grandes del año", que tiene como mejor regalo a "Jesús Niño", en cuya sonrisa "es Dios quien nos sonríe".
En ese sentido, adelantó que con el propósito de ofrecerle a Chile un obsequio con ocasión del Bicentenario, a lo largo del país miles de fieles de la Iglesia Católica y también de comunidades evangélicas "han escrito a mano todos los versículos del Evangelio. Representantes de comunidades judías han escrito los salmos, alabando al Señor. El mismo Papa Benedicto XVI, se sumó a nuestra iniciativa, y escribió el primer versículo del Evangelio según san Marcos".
El libro, de nombre "Evangelio de Chile", se suma al Libro de los Salmos. "Es nuestro regalo al país (...) No consiste tan sólo en estos textos de las Escrituras escritos sobre el noble papel, sino principalmente en la buena noticia escrita en nuestros corazones, en nuestra vida familiar, en el trabajo y en todas nuestras iniciativas", culminó.