Las bandas delictuales privilegian el horario comprendido entre el mediodía y las 16 horas.
Pablo Mardones, El MercurioSANTIAGO.- Entre las 12 y 16 horas. Ese es el horario predilecto que utilizan los delincuentes para perpetrar robos departamentos que durante el día quedan sin moradores.
Así lo estableció un análisis realizado por la Policía de Investigaciones respecto de los casos de robos a casas y departamentos en la Región Metropolitana.
El estudio fue realizado personal de la Brigada de Robos Metropolitana (Birom) Oriente, que indagó los ilícitos entre 2008 y 2010 y que estableció además, que los antisociales ya son capaces de reconocer los horarios más favorables para la concreción de sus ataques.
"Los delincuentes se han dado cuenta de que los departamentos generalmente son lugares para pernoctar, por lo tanto, quedan desocupados entre las 9 de la mañana y las 5 de la tarde", explicó a Emol, el subcomisario Germán Pérez, quien es el director de la Oficina de Análisis de la unidad policial.
El jefe policial advierte que debido a lo anterior las bandas delictuales privilegian el horario comprendido entre el mediodía y las 16 horas.
"Durante ese tiempo, los sujetos esperan la llegada de un vehículo al edificio, luego que se abra la puerta electrónica para así poder entrar detrás de él. Se meten a los subterráneos, se cubren con capucha, portan algún elemento para distraer al conserje, suben por el ascensor evitando las cámaras y buscan un departamento que esté en la misma línea del ascensor", relata Pérez.
El subcomisario agrega que entre las nuevas formas de operar de los delincuentes se encuentran el buscar un departamento que esté deshabitado, pero que se encuentre en el mismo lado del ascensor, con el fin de evitar encontrarse de frente con el residente y anticipar la aparición de un vecino.
"Posteriormente comienzan a tocar timbres hasta dar con alguna residencia desocupada y proceden a palanquear la puerta con un desatornillador o con una platina de metal que meten por la rendija del marco. Una vez adentro, sustraen especies menores como chequeras, colonias o joyas, para no ser detectados a la salida", asegura el funcionario policial.
Por su parte, Javiera Blanco, directora de la fundación Paz Ciudadana, plantea la existencia de tres tipos de comunas con alto índice de robos a inmuebles: las "residenciales", las de "veraneo" y las "dormitorio".
Según esta clasificación, en el primer tipo "los robos a casa se producen mayormente en periodo estival, pues la gente se encuentra de vacaciones", como por ejemplo en Providencia.
En cambio, una localidad "de veraneo, básicamente está ocupada en enero y febrero, pero el resto del año queda vacía por lo que los robos a casa se dan durante el año", como ocurre en la zona costera.
Además, existe "un tercer tipo de comuna que durante el día queda deshabitada, pues la mayor parte de la gente se va a trabajar fuera. Al ser una comuna dormitorio los hechos ocurren en la jornada de trabajo". En este último caso destaca la comuna de San Pedro de La Paz, en la Región del Biobío.
El explosivo surgimiento de edificios habitacionales con diferentes medidas de seguridad, en gran parte de la capital, ha obligado a los asaltantes elaborar con cuidado las nuevas estrategias delictivas, según explica el subcomisario Germán Pérez, quien además señala que tomando sencillas medidas preventivas, estos ilícitos pueden ser combatidos.
“Lo fundamental es cambiar el cerrojo original, agregar una segunda cerradura a la puerta e incorporar un ojo mágico para que el delincuente, teniendo presente que puede ser observado, sea disuadido. Las puertas que encontramos forzadas, siempre son aquellas que ejercen menor resistencia”, asegura el jefe policial.
Sumado a las recomendaciones de Pérez, la directora ejecutiva de la Fundación Paz Ciudadana, Javiera Blanco, destaca la importancia de conocer bien el sector donde se habita para determinar en qué períodos es más usual el robo a residencias, con el fin de “establecer el tipo de estrategia exacta para enfrentar o disminuir este tipo de delitos”.