LAJA.- Luego de la denuncia realizada por el concejal Joaquín Sanhueza, quien acusó a la Municipalidad de Laja de enterrar alimentos destinados a personas damnificadas por el terremoto del pasado 27 de febrero, este miércoles el municipio reconoció lo sucedido ante lo cual justificó que fue porque los sacos de harina estaban contaminados con excremento de ratón.
En una declaración pública, la administración local explicó que la medida adoptada se debió a que tras una visita realizada por funcionaros el pasado 7 de febrero, "se observó la presencia de heces de roedor próximas a una veintena de sacos de harina, constituyendo una situación de peligro de contaminación del producto".
A raíz de lo anterior, la municipalidad de la provincia del Biobío emitió un instructivo al jefe de la cuadrilla para dar de baja a los 20 sacos del cernido, ya que éstos constituían "un riesgo sanitario para la población".
Luego se procedió a llevar la carga hasta un terreno municipal para cumplir con su eliminación, a una distancia apropiada para erradicar el peligro a las personas y evitar así una intoxicación.
El municipio aclaró que la acción fue transparente, ya que los antecedentes siempre estuvieron en la municipalidad, por lo que "resulta extraño que no solicitara (el concejal) estos antecedentes antes de efectuar una denuncia de semejante envergadura".