SANTIAGO.- A casi 200 kilómetros por hora se desplazaba la camioneta en la que viajaban las tres chilenas, que ayer miércoles fallecieron en un accidente ocurrido en el kilómetro 720 de la Autopista de las Serranías Puntanas, San Luis, en las cercanías de Mendoza, Argentina, y en el que resultaron heridos sus padres y hermano menor.
Así lo afirmó el jefe policial de la localidad de Fraga, Sebastián Magallanes, quien sostuvo que la Nissan Pathfinder, conducida por Álvaro Ricardo Mozo (52), viajaba a exceso de velocidad por la carretera trasandina, lo que sería la principal causal de la colisión por alcance contra un camión Ford con remolque.
"El chofer que venía delante de esta familia ve por el espejo retrovisor que un vehículo se acercaba a gran rapidez; trató de correr su vehículo al carril derecho (berma), creyendo que en algún momento éste se iba a desplazar al carril izquierdo, pero viendo que seguía acercándose, lo único que atinó (y alcanzó) fue a sacar su vehículo hacia la mitad de la ruta", contó Magallanes.
Según la autoridad policial, lo anterior explica el estado en que quedó la camioneta y el que las tres víctimas fatales -Bernardita (20), María Catalina (18) y María Magdalena Mozó Doren (16)- "salieran despedidas por las ventanas".
Descartó además la tesis de que un tercer vehículo haya provocado el accidente. "No hubo influencia de una tercera persona respecto a alguna maniobra que pudiera inducir al chofer del vehículo siniestrado", aclaró.
Respecto al estado de salud de los sobrevivientes, Magallanes apuntó que la madre de las jóvenes, Bernardita Doren Vicuña, permanece en terapia intensiva del hospital de Villa Mercedes, con "politraumatismo variado".
Su esposo, en tanto, requiere ser operado, debido a los "politraumatismos varios en la zona abdominal y lumbar", y el hijo de ambos, Álvaro José (10), "se encuentra al cuidado de los parientes que venían con la familia siniestrada".