El 19 de febrero de 2010 se realizó un masivo funeral de Renato Poblete.
Christian Zúñiga, El Mercurio.SANTIAGO.- Al conmemorarse un año del fallecimiento del padre Renato Poblete, a las 19:30 horas de este viernes se oficiará una misa en su memoria en el Santuario del Padre Hurtado, comuna de Estación Central.
El religioso es recordado por la Iglesia Católica y distintos sectores sociales como uno de los sacerdotes más queridos y respetados del país, debido a la impronta que marco su labor pastoral: la solidaridad y la ayuda a los pobres.
En la ocasión los asistentes podrán escuchar un disco compacto con pensamientos y reflexiones que el mismo Poblete grabó por años con la intención de dejar consejos sobre ciertos valores.
El padre Renato Poblete nació en Antofagasta. Vivió en Oruro, Bolivia hasta sus 16 años de edad. Debido a la muerte de su padre en 1940 la familia se mudó a Santiago.
Durante su último año en el colegio conoció al Padre Alberto Hurtado, quien fue clave en su vocación e ingreso a la Compañía de Jesús. Estudió Filosofía en Argentina, Teología y Sociología Aplicada a la Religión en Estados Unidos.
Fue profesor en en el Centro de Investigaciones Socio-Culturales de Cuernavaca, en México; en la Pontificia Universidad Católica de Chile; en la Universidad de Chile, entre otras.
Tuvo participación destacada en la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (CELAM), en Medellín, Colombia (1968) lo que le valió luego, que durante la década del setenta, fuese nombrado como Secretario Ejecutivo del Departamento de Acción Social del Consejo Episcopal Latinoamericano viajando por todo nuestro continente.
Desde 1982 a 2000 el Padre Poblete se desempeñó como Capellán General del Hogar de Cristo, fundación que su mentor había creado.
Desde allí hizo un cambio radical en el manejo y gestión de las fundaciones de beneficencia del país cuando logró conjugar el marketing y la cultura empresarial al servicio de caridad.
Fue un motor y pionero en las ideas que más tarde otras fundaciones comenzarían a usar.
Creó la Cena Pan y Vino, la donación de vueltos en el supermercado, insertó publicidad en diarios, revistas y televisión mostrando y acercando por primera vez la pobreza al país; solo por nombrar algunas.
Siempre tuvo presente al Padre Hurtado, de hecho fue uno de los grandes impulsores para lograr la Beatificación (1994) y luego su Canonización (2005).
Hasta los últimos días de su vida, fue Secretario Ejecutivo de la Fundación Padre Hurtado, institución encargada de la difusión de la imagen del santo jesuita en Chile y el mundo.
Entre los diversos reconocimientos que recibió el religioso en vida, destaca el 2009 el Premio Bicentenario dada su basta trayectoria de servicio social que otorga el Gobierno de Chile.