Fernando Karadima no podrá tener contacto alguno con sus ex parroquianos o con miembros de la unión sacerdotal del Sagrado Corazón de Jesús de El Bosque.
Héctor Flores, El MercurioSANTIAGO.- A seis años de haberse iniciado la investigación eclesiástica en contra del sacerdote Fernando Karadima, el Vaticano resolvió que el ex párroco de la iglesia El Bosque, es culpable del delito de abuso sexual en contra de un menor y otras víctimas.
La resolución de la Congregación para la Doctrina de la Fe fue dada a conocer por el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien indicó que "sobre la base de las pruebas adquiridas, el reverendo Fernado Karadima Fariña es declarado culpable de los delitos mencionados en precedencia y, en modo particular, del delito de abuso de menor en contra de más víctimas".
En consideración a su edad, la Santa Sede decidió que Karadima debe retirarse a una vida de oración y penitencia, cuya residencia será definida por el arzobispado de Santiago "dentro o fuera de la diócesis de tal modo de evitar absolutamente el contacto con sus ex parroquianos, con miembros de la unión sacerdotal o con personas que se hayan dirigido espiritualmente con él", explicó Ezzati, quien añadió que eso "no quiere decir que el padre esté en una cárcel y que no tenga posibilidad de juntarse con otras personas".
Junto a lo anterior se le prohíbe de manera perpetua el ejercicio público de cualquier acto del ministerio, en particular la confesión y la dirección espiritual. Además, no podrá asumir ningún encargo en la Unión Sacerdotal del Sagrado Corazón.
Según detalló Ezzati, en caso de no cumplir las medidas indicadas, el inculpado podrá recibir penas más graves, incluida la dimisión del estado clerical.
El arzobispo señaló que Karadima ya fue informado de la resolución y que tiene 60 días para apelar. Indicó además que cuando le comunicó el fallo eclesiástico el sacerdote se manifestó muy sorprendido, pues él "se considera inocente".
"La reacción del padre fue de mucha sorpresa frente a esto y meditación muy profunda. Dijo que iba a leer con calma todo el decreto que es muy largo de autoría de la Santa Sede y que está destinado a su persona, que lo iba a meditar y emprendió la tarea de preparar su defensa ante la Santa Sede", sostuvo la autoridad eclesiástica.
Frente a las observaciones dictaminadas por el Vaticano, Ezzati manifestó que el Papa Benedicto XVI se ha encontrado con los afectados “y nos ha dicho que la primera preocupación (en esta caso) es en relación a las víctimas”.
Consultado sobre la posibilidad que se pongan a disposición de la justicia civil los antecedentes de la indagatoria eclesiástica, el arzobispo de Santiago negó enfáticamente que aquello ocurra, ante la posible reapertura del caso , explicando que “no corresponde”. “Hay materias que en el juicio civil no constituye delito y, sin embargo, sí lo constituye en la justicia de la Iglesia”, puntualizó sobre el cierre de la investigación por el juez Leonardo Valdivieso.
Al concluir la lectura de la declaración, la máxima autoridad de la Iglesia Católica chilena manifestó su "profunda pena y dolor" por el daño causado a las víctimas e hizo un llamado a la comunidad eclesial a "asumir la decisión de la Santa Sede con espíritu de fe y esperanza" y a colaborar para que estos hechos nunca más vuelvan a producirse.