MADRID- En una entrevista que publicó hoy el diario español El País, el Presidente Sebastián Piñera aseguró que está decidido a acabar con la "pobreza extrema" en Chile en cuatro años.
"Nos hemos propuesto terminar con la pobreza extrema durante nuestro gobierno, cuatro años, insertar las bases para que Chile logre, antes de que termine esta década, dejar atrás el subdesarrollo y derrotar la pobreza", afirmó Piñera.
El Presidente chileno, que el lunes inicia una visita de Estado de tres días a España, precisó que espera a conseguir su objetivo atacando "las verdaderas causas de la pobreza y de las desigualdades excesivas", para lo que detalló tres ámbitos de actuación.
"La mala calidad de la educación (...), segundo: crear trabajos, buenos trabajos. Y por tanto nuestro propósito es crear un millón de nuevos empleos (...) Y la tercera medida a la causa es fortalecer la familia porque está demostrado que una familia débil significa menos oportunidades, menos educación, más delincuencia, más drogas en los niños", afirmó.
Además, Piñera quiere introducir otras medidas más inmediatas como "crear un ingreso ético-familiar, que consistirá en que el Estado, usando los recursos de todos los chilenos, les va a transferir a esas familias que viven en la pobreza, ingresos a través de subsidios" condicionados.
Chile, con tres millones de habitantes que viven en la pobreza, es el país latinoamericano "que está más cerca de lograr derrotar la pobreza y superar el subdesarrollo", añadió Piñera, que se declaró "feliz de jugarme mi papel en la historia con una promesa tan noble y tan digna".
El Presidente concluyó diciendo que el Estado es el mejor instrumento para luchar contra la pobreza porque "la economía de mercado y el crecimiento son grandes generadores de riquezas y de oportunidades, pero no son mecanismos que permitan distribuir esa riqueza y esas oportunidades de forma justa".
Brasil y su rol en América Latina
En la misma entrevista, Piñera reconoció a Brasil como la potencia de la región, en contraste con Venezuela que, a su juicio, ha disminuido su injerencia.
"Esperamos que Brasil pueda representar cada vez con más fuerza no sólo su propia voz sino también la voz de América Latina en este mundo nuevo que está emergiendo", afirmó.
Por el contrario, minimizó la influencia de Venezuela en la región, afirmando que el gobierno de ese país está más preocupado de afianzarse a nivel interno que se exportar su modelo.
"Yo pienso que la difícil situación que está viviendo Venezuela dentro de ella misma ha disminuido notablemente la intención que en algún momento apareció de exportar ese modelo e intervenir en otros países", manifestó.
Añadió que "no quisiera calificar a mis colegas presidentes, solamente decir que el modelo que está siguiendo Chile es el mejor para Chile, y que el modelo que está siguiendo Venezuela, no va por el camino correcto".