Esta tarde se realizó el control de detención de los 3 detenidos, que estarían relacionados con el homicida de los detectives en San Bernardo.
Luciano Riquelme, El MercurioSANTIAGO.- Tras concluir el control de detención de los tres arrestados por la PDI como cómplices de Italo Nolli, sindicado como el asesino de dos detectives en San Bernardo, el fiscal jefe de esa zona, Claudio Gutiérrez, reveló cuál fue el último diálogo entre el delincuente abatido y su pareja, momentos antes de ocurrida la balacera.
De acuerdo al relato del persecutor, la imputada Mercedes Vallades Cárdenas declaró que luego de que el subcomisario Marcelo Morales le solicitara la cédula de identidad a su pareja y la fuera a verificar al vehículo policial, éste señaló: "Yo no me voy preso, prefiero estar muerto".
A lo anterior la mujer habría respondido: "Piense en los hijos. Ellos son de Investigaciones, para qué lo va a hacer". Pero sus súplicas no fueron escuchadas, puesto que Nolli replicó: "Eso no importa, yo no me voy preso". Luego tomó el arma y disparó 17 veces a la inspectora Karim Gallardo y 11 veces al subcomisario Morales.
Gutiérrez aclaró también que los otros funcionarios que resultaron heridos, el subcomisario Miguel Meléndez y el inspector Esteban Tapia, se encontraban fiscalizando el camión (de propiedad de una hermana de la imputada) en el que Raúl Campos y su hijo habían ido a dejar cobre a una empresa del sector, cuando comenzó la balacera, y que se parapetaron tras unos postes del tendido eléctrico.
Por qué no dispararon a Nolli y si tenían o no sus armas de servicio con ellos serán algunas de las interrogantes que el persecutor espera dilucidar en el interrogatorio que hará en las próximas horas a los oficiales que están internados en el Hospital de Carabineros.
Tras el primer tiroteo, Nolli llevó a su mujer a su departamento en Santiago Centro, luego tomó una botella con agua, su chaqueta, municiones y salió del lugar.
Ahora la Fiscalía buscará establecer la posible participación de la mujer en el crimen, ya que podría haberle entregado las armas al sujeto o incluso haberlas cargado para el tiroteo.
En esa línea, se indaga además la posibilidad de que los Campos –que fueron denunciados por vecinos- hayan disparado también a los efectivos policiales, ya que al interior de su vehículo se encontraron dos casquillos de bala de un calibre diferente al usado por el autor de los disparos.
Los sujetos podrían haber ayudaron luego a Nolli a descargar decenas de municiones en una farmacia ubicada en la esquina de San Pablo con Ricardo Cumming, donde se produjo un segundo tiroteo en el que dos detectives resultaron heridos.
La detención de estas tres personas se amplió hasta el domingo por orden del juez Jorge Abollado, debido a que aún faltan los resultados del informe balístico, el preinforme de la autopsia realizada a los fallecidos y la declaración de los dos detectives que acompañaban a los policías que murieron.
"No hay nada que comentar. Era un trabajo normal. Ellos no hacían daño a nadie (…) sólo eran trabajadores", dijo esta tarde Ciro Castillo, yerno de Raúl Campos, quien acudió a la audiencia de control de detención.
Según explicó Castillo, su suegro nunca le habló respecto de la personalidad de Nolli ni tampoco de la actividad que hacían, ya que sólo eran "conductor y peoneta".
"Iban sólo a entregar un material. Estamos ante un hecho irracional de una persona que no tenía sentido", aseguró el familiar, añadiendo que ni Campos ni su hijo denunciaron a tiempo lo ocurrido en la avenida La Divisa de San Bernardo, debido a que "sintieron temor".