Los primeros chilenos en regresar desde Japón fueron recibidos por el canciller Moreno.
César SilvaSANTIAGO.– Jessica Pierret (19) y sus tres hermanos menores viajaron de Tokyo a Seattle y llegaron a Santiago hoy en un vuelo procedente de Bogotá. Atrás, al menos por un tiempo, quedó Japón, el terremoto, el tsunami. Pero la familia venía incompleta. Su madre y padre tuvieron que quedarse allá.
"Mis papás no podían perder el trabajo porque sin eso no podemos vivir", cuenta Jessica a las pocas de haber aterrizado en el aeropuerto de Santiago.
El 11 de marzo Jessica estaba con sus hermanos en su casa en Chiba, una de las prefecturas que rodean a Tokyo. "De repente la casa empezó a moverse fuerte. Mis papás estaban en el trabajo. (Con mis hermanos) nos pusimos debajo de la mesa, pero empezó (a temblar) más fuerte. Corrimos hacia la puerta", explica Jessica. "En la casa de al lado habían unos monitos de piedra y todos se caían".
Su padre llegó temprano del trabajo porque andaba en auto y además trabaja en la misma prefectura donde vive. En cambio, su madre demoró más, trabaja en Tokio. "Mi mamá no pudo volver altiro porque pararon los trenes. Había gente que caminaba a su casa, pero ella se iba a demorar demasiado en regresar", agrega.
Los familiares afuera de Japón se comunicaron con ellos por medio de internet debido a que dentro de Tokyo los teléfonos estaban cortados. Tras el terremoto, su familia no contemplaba la idea de regresar a Chile ya que Japón es un país sísmico y siempre tiembla. Pensaron en ir a Corea del Sur, aunque como no conocían a nadie la idea fue descartada.
Pero la situación de los reactores nucleares cambió el panorama. "Nos dio miedo... Mis papás pensaron en volver porque la gente de afuera decía que la situación estaba peligrosa", explica.
Tras enterarse que la embajada de Chile en Japón iba a ayudar a evacuar a aquellos compatriotas que deseaban salir del país, la familia de Jessica consideró regresar. "Al principio pensamos que todos nos íbamos a venir, pero mis papás no podían, así que ellos se quedaron". Y añade: "La situación es difícil. No estoy con mis padres, a veces siento como que no tengo una dirección definida".
De regreso a "casa"
Esta joven de 19 años ha vivido en Japón desde los seis años. Su japonés es perfecto, le fluye más fácil que el español. Estudia ingeniería en la Universidad de Tokio de Ciencias de la Información. En abril iba a comenzar su segundo año, pero todos sus planes han cambiado. Lleva un día en territorio nacional y su mente está en otro lado. En su casa, en Japón.
"La situación es un poco alarmante porque hasta dicen que es peligroso consumir los alimentos. En Japón dicen que todo está bien, pero en las noticias de Chile y otros países dicen lo contrario, entonces no sé qué creer", expresa en japonés.
A Jessica le gustaría regresar a Japón aunque reflexiona: "Tengo un sentimiento de incertidumbre". Si existiera la posibilidad de hablar con la universidad y pedir que la esperen para tomar los exámenes, entraría a la universidad en Chile; si no, esperaría un año y regresaría a Japón en 2012 para iniciar el segundo año de carrera. "Todavía no sé qué va a pasar".
Tal y como diría una persona con mentalidad asiática -y no latina- añade: "Siento que no hay de qué preocuparse. No es que todo esté bien y que no tengamos miedo, pero no nos queda otra, tenemos que seguir esforzándonos".