Un masivo adiós tuvieron los mártires de la PDI abatidos este miércoles en servicio.
Juan Eduardo López, El Mercurio.SANTIAGO.- Eran Las 14:15 horas cuando comenzaron a sonar las sirenas, sumado a la marcha fúnebre del Orfeón de Carabineros. Era el momento en que el ataúd de la inspectora Karim Gallardo entraba en el mausoleo de la Policía de Investigaciones, ubicado en el Cementerio General, entre el llanto de sus familiares, amigos y centenares de compañeros de trabajo.
Es que el adiós de la oficial y del subcomisario Marcelo Morales fue emotivo y multitudinario, pese a la solicitud que se hizo para que el funeral se realizara en una ceremonia privada por parte de miembros de la PDI. Horas antes en una misa oficiada por el arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, el Presidente Sebastián Piñera destacó la labor de estos nuevos mártires de la policía civil.
Según se informó los restos del efectivo abatido el miércoles serán cremados en el citado recinto y la ánfora entregada a su familia.
Antes de llegar al camposanto el cortejo pasó por el frontis del Cuartel Central de la institución, en calle General Mackenna, donde centenares de funcionarios que vestían la característica chaqueta policial, aplaudieron a sus colegas abatidos.
Posteriormente pasaron por la Pérgola de Las Flores en la avenida La Paz, donde los floristas lanzaron pétalos de rosas sobre los vehículos que llevaban los ataúdes.
Ya en el cementerio, tomaron la palabra los hermanos de la inspectora y del subcomisario, Edith Gallardo y Rolando Morales.
La primera agradeció el apoyo de la institución y visiblemente afectada recordó que "mi mamá le decía que era peligroso (que ingresara a la PDI), pero a ella nunca le importó. Estaba alineada con lo que quería. Es un ejemplo para mí que soy su hermana mayor".
Asimismo señaló que "no le alcancé a decir todo lo que la quería y necesitaba. Si pudiera definir a mi hermana le diría: Karim eres dulzura", dijo, mientras caían las lágrimas de sus compañeros de profesión, especialmente de las mujeres.
Morales por su parte dijo que su familia tenía "el pecho destrozado y no vemos por ahora una salida a lo que pasó".
Acongojado, recordó que el fallecido subcomisario no había sido seleccionado la primera vez que postuló a la Escuela de Investigaciones, pero que perseveró "y aquí estamos por su sacrificio".