La situación de la intendenta del Biobío ha tensionado las relaciones entre los partidos de Larraín y Coloma.
Claudio Bueno, El Mercurio.SANTIAGO.- La ausencia del líder de Renovación Nacional (RN), Carlos Larraín, en los actos por el vigésimo aniversario de la muerte del fundador de la UDI, Jaime Guzmán, fue la muestra más potente de las diferencias que por estos días existen entre los dos partidos que conforman la coalición de gobierno.
La acusación constitucional presentada en contra de la intendenta gremialista Jacqueline van Rysselberghe ha tensionado las relaciones en el oficialismo, al punto que hoy, durante la ceremonia en recuerdo a Guzmán desarrollada en el Cementerio General, el presidente de la UDI llamó a mantenerse unidos como bloque.
"Las políticas públicas potentes y profundas no se concretan con cuatro años, se requieren muchos más años y gobiernos de nuestras ideas para que logremos la meta de la misma oportunidad para todos. Para eso requerimos también más unidad interna en la coalición, más hablar que oír hablar de nuestro gobierno, más hitos, más sentido de pertenencia común, que supone la necesaria adhesión de algunos liderazgos", advirtió Juan Antonio Coloma.
En ese sentido y tras recordar el legado de Guzmán, el senador remarcó que la Alianza necesita "una estrategia de largo plazo" para llevar a cabo sus "ideas de cambio popular".
"Esto es lo que distingue el esfuerzo esporádico, que poco dura, con lo que Jaime nos enseñó: el trabajo de largo plazo, que es la base de la perspectiva de hacer de verdad historia en Chile", sentenció Coloma.
A la romería efectuada esta mañana tampoco asistió la cuestionada jefa regional del Biobío, pero sí estará presente en la misa que pasado el mediodía se realizará en la Catedral Metropolitana, donde coincidirá con el Presidente Sebastián Piñera y otros líderes históricos de la colectividad gremialista.