El día en que la fiscalía intentó incautar expediente canónico contra Karadima

SANTIAGO.- "Sobre lo que se pregunta, en cuanto a la investigación eclesial, digo que ya señalé que sólo supe de ella el año pasado (...) Esta investigación, por deseo nuestro, se fue a Roma, lo que me da más confianza. En ella declaré por cuestionario, muy corto, no se porqué no se me citó. Luego hubo un pliego de cargos y también hicimos unos descargos. Mi abogado es Juan Pablo Bulnes, no tengo problema en que él entregue copia de mi declaración, de los cargos y de nuestros descargos".

Con estas palabras, el 29 de junio del 2010, el sacerdote Fernando Karadima autorizó al fiscal regional Xavier Armendáriz para que tuviera acceso a lo que en ese entonces era el expediente canónico que luego se convirtió en un fallo condenatorio del Vaticano en contra del ex párroco de la Iglesia de El Bosque por abuso sexuales de un menor y otras víctimas.

Este jueves la ministra Jéssica González, junto a 10 policías, incautaron desde el domicilio y la oficina del abogado Bulnes los antecedentes del juicio que hizo la Iglesia Católica en contra del clérigo.

El jurista criticó la diligencia por considerar que con ella se violó el secreto profesional que lo ampara por ley, mismos argumentos que él mismo le dio, el 1 y 5 de julio del año pasado, al fiscal Armendáriz quien contaba con la venia de Karadima para hacerse de esos documentos.

La Fiscalía Oriente en ese momento, ante la negativa del abogado, acudió al Octavo Juzgado de Garantía para obtener una orden de entrada, registro e incautación y así poder tener acceso a las declaraciones del proceso canónico, de vital importancia en ese entonces para establecer si había víctimas actuales del caso.

Pese a ello, los jueces Sergio Córdova y Fernando Valderrama le negaron esa posibilidad, e incluso tras esas resoluciones el fiscal Armendariz decidió el 14 de julio del 2010 declararse incompetente de conocer el caso y enviarlo a la justicia antigua que ahora tramita la indagatoria.

Lo clave de la diligencia

La ministra González, al asumir el caso, le pidió al Arzobispado de Santiago que le remitiera el fallo del Vaticano contra Karadima. La Iglesia le respondió que el fallo no era de su propiedad por lo que debía dirigirse directamente a la Santa Sede. Fue entonces cuando la magistrada diseñó un exhorto con el cual solicita formalmente el fallo, documento que fue visado este jueves por la Corte Suprema.

Pese a ello, hoy el curso de la indagatoria cambió pues se concretó la incautación del expediente canónico, lo que sin duda agilizará la causa.

La importancia para la justicia de tener acceso a este juicio eclesiástico ya lo había explicado en su solicitud al tribunal, el fiscal Armendáriz.

Para el investigador era importante establecer que si en los delitos de abuso sexual que investigaba podían existir víctimas recientes, pues los cuatro querellantes relataron que los hechos tuvieron lugar entre 1980 y el 2004.

Para el prosecutor era relevante poder "establecer o descartar la efectiva ocurrencia actual o próxima de conductas de carácter sexual que podrían revertir visos de delito respecto de menores o jóvenes en proceso de formación".

Para sustentar la solicitud Armendáriz se basó en el testimonio del sacerdote Hans Kast quien le había señalado que era altamente probable que esa conducta siguiera ocurriendo en el espacio de formación espiritual, lo que incluso llevó al prelado a pedirle al fiscal que se aislase a Karadima de personas menores de 60 años y se adoptaran medidas de protección para los jóvenes que asistían a esa parroquia.