SANTIAGO.- Cerca de 500 personas se congregaron en la Catedral de Santiago para participar de una ceremonia en honor a la beatificación del Papa Juan Pablo II.
La homilía fue encabezada por el arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati.
A la ceremonia asistieron el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, y el subsecretario del Trabajo, Bruno Baranda.
Además, participó una delegación de polonia, encabezada por su embajador en Chile.
"Juan Pablo II ha tenido un papel importante en la historia de Chile: desde luego ha sido mediador de la paz entre Chile y Argentina, cosa que no es indiferente, es muy grande", dijo Ezzati.
"Además, con su visita, él ha hecho de portavoz del Evangelio del Señor en tantos ambientes, animándonos a construir un país de hermanos, a no tener miedo; nos ha dicho que el amor es más fuerte, que los pobres no pueden esperar", agregó.
Durante esta jornada se celebró en la plaza de San Pedro la ceremonia que significa el primer paso del fallecido Juan Pablo II para convertirse en santo.
El canciller calificó como "muy emocionante" asistir a la celebración, e indicó que "Chile tiene una enorme gratitud hacia el Papa Juan Pablo II por su rol en la mediación en el conflicto con Argentina, cuando recién había asumido su papado".
A esto agregó que los agradecimientos hacia el beato Pontífice se deben también a su "importante papel de promotor de la reconciliación nacional y la transición a la democracia".
La comitiva que representó a Chile en Roma estuvo integrada además por el vicepresidente del Senado, Juan Pablo Letelier y el presidente de la Cámara de Diputados, Patricio Melero.