VALPARAISO.- Una hora y 53 minutos tardó el Presidente Sebastián Piñera en rendir su segunda cuenta pública, marcada por la tensión que generó su postura a favor de los proyectos hidroeléctricos y por el anuncio de dos nuevos ministerios e igual número de subsecretarías.
En la primera parte de su discurso ante el Congreso Pleno, el Mandatario hizo un balance de lo que ha realizado en sus primeros 14 meses de gestión, especialmente en materia de reconstrucción, rescate de los mineros y los "siete ejes" de su programa.
Fue entonces cuando reveló que en las próximas semanas enviará un proyecto de ley para crear una Subsecretaría de Educación Superior, "para que las universidades, institutos profesionales, centros de formación técnica, los estudiantes y sus familias se vinculen con el Estado en forma más directa y más eficiente". De acuerdo a lo explicado por el Mandatario, el objetivo es tener "un nuevo trato con las universidades del Estado, otorgándoles más atribuciones y flexibilidad para que puedan mejorar su gestión y su eficiencia".
Más adelante, al abordar lo que calificó como "otros temas" de interés, el jefe de Estado dijo que propondrá crear el Ministerio de la Cultura y el Patrimonio, que agrupará al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, a la Dirección de Bibliotecas y Archivos y al Consejo de Monumentos Nacionales, "para favorecer la difusión y conservación de nuestra cultura".
El Presidente también comunicó su decisión de enviar al Parlamento una iniciativa legal para establecer el Ministerio del Deporte, tal como en su minuto lo hizo Michelle Bachelet.
Además, al referirse a lo llevado a cabo en materia de justicia, el Gobernante prometió que presentará un proyecto para formar la nueva Subsecretaría de Derechos Humanos, "para potenciar la cultura" sobre este tema. Según dijo, ésta será parte del nuevo Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
Fin de listas de espera y campamentos
En su alocución, el Presidente Piñera fijó también algunas metas para sus ministros, especialmente de Salud, Mideplan y Vivienda.
En el caso de Jaime Mañalich, además de preocuparse de la construcción de 14 hospitales, tendrá que encargarse de poner fin a las listas de espera por enfermedades AUGE antes de noviembre próximo, es decir, seis meses antes del plazo previsto el año pasado.
Asimismo, el Mandatario comprometió esfuerzos para mejorar la ficha de protección social y, en los próximos tres años, entregar a las familias que viven en campamentos el doble de subsidios habitacionales que se asignaron en los últimos años. Todo esto, afirmó, apunta a terminar con éstos antes de que finalice la presente década.
Búsqueda de acuerdos y recuerdo de Guzmán
En línea con lo que ha manifestado previamente, el jefe de Estado aprovechó la ocasión para pedir a los parlamentarios que apoyen las iniciativas impulsadas por su administración, especialmente la que extiende el posnatal a seis meses, la que establece la inscripción automática y el voto voluntario, y la que permite el voto de los chilenos en el exterior.
Precisamente, al comentar las reformas políticas enviadas al Parlamento, Piñera indicó que en los próximos meses presentará un proyecto sobre primarias voluntarias y vinculantes, para seleccionar a los candidatos a elección popular, así como una nueva ley de partidos políticos, que "los haga más democráticos, más transparentes y más participativos". De igual forma, propondrá la elección directa de los consejeros regionales y la extensión del sistema de Alta Dirección Pública para los cargos clave tanto a nivel regional como comunal.
Casi al finalizar su discurso, el Mandatario destacó a las figuras que han pasado por el Parlamento en sus 200 años de historia, entre ellos a Jaime Guzmán (UDI), a quien recordó como el "único senador asesinado cumpliendo su deber".
Esto generó molestia en algunos parlamentarios socialistas, que le mencionaron a viva voz el nombre del diputado de su partido Carlos Lorca, detenido desaparecido. "Carlos Lorca, por su puesto que sí, lo conocí, lo quise y lo admiré", respondió Piñera en medio de aplausos.
El jefe de Estado culminó su presentación haciendo hincapié en que las metas trazadas para alcanzar el desarrollo del país sólo se podrían ver amenazadas si las instituciones se debilitan y "el germen de la división y de la beligerancia vuelven a adueñarse del espacio público, y terminan matando la capacidad de diálogo honesto y de acuerdos fecundos".
"Por eso, como Presidente de Chile, llamo una vez más a la unidad de los chilenos, a que no dejemos que las legítimas diferencias terminen enrareciendo el clima político, y anulando la capacidad de diálogo y acuerdos, que ha sido lo que ha distinguido a nuestro país", sentenció.