SANTIAGO.- A tres meses de la fiscalización de la Seremi de Salud que le significó el cierre temporal de uno de sus seis restaurantes y la consiguiente pérdida de cientos de clientes, la gerenta general de Akai Sushi, Jenny Muñoz, afirma que fueron afectados por la autoridad sanitaria que promocionó su labor a través de la prensa.
El argumento de sus dichos es que los medios de comunicación llegaron "inmediatamente al local, una vez que la autoridad fiscalizó y abandonó el restaurante de Alonso de Córdova".
Según la ejecutiva, en ninguno de los 28 casos de intoxicación denunciados en febrero se ha podido acreditar en forma fehaciente que ocurrió por algún alimento proveniente del citado local.
Agrega que, pese a que el sumario sanitario no ha concluido, el daño en imagen para su empresa "ha sido enorme" y que en algún momento pensó que "manos negras" o incluso la competencia estaban tratando de perjudicarlos.
-¿Considera que la fiscalización de la Seremi no fue adecuada?
-Las fiscalizaciones son correctas, se deben hacer y corresponden. Lo que yo critico fue la forma, porque el Seremi comunicó la información a los medios antes de haber demostrado verazmente la acusación. A mí me culparon sin haber demostrado que yo era culpable.
-¿Niega entonces que se hayan producido intoxicaciones por consumo de alimentos de Akai Sushi? A una mujer embarazada se le adelantó el parto por los problemas que presentó
-En primer lugar toda mujer embarazada sabe que no puede consumir alimentos crudos. Ahora bien, a nosotros nos acusaron de salmonella y la salmonella no se transmite por el salmón. Nosotros no vendemos mayonesa y el pollo que vendemos es frito y la salmonella se destruye sobre los 70 grados Celsius, las temperaturas de cocción son superiores en este caso. De nueve personas que nosotros pesquisamos, 8 de ellas habían comprado sushi y se lo habían llevado a su casa. Yo no tengo idea en qué condiciones manipularon los alimentos en su casa, no puedo saber cuánto tiempo lo dejaron a la intemperie o en qué condiciones se lo comieron.
La realidad es que hubo intoxicaciones, pero no se puede acreditar en forma veraz que ocurrió por algún alimento que las personas consumieron en el Akai. Además, todos los casos de trasgresión alimentaria que aparecieron después que salimos en las noticias están sesgados al estar inducidos por los medios.
-¿Usted está diciendo que algunas personas se aprovecharon de la situación?
Después de que la información salió en televisión, inmediatamente la cifra de supuestos intoxicados aumentó, originalmente eran 3 personas según mail que la fiscalizadora del Seremi dejó en el local. Yo podría presumir que un porcentaje importante quiso aprovecharse de la situación.
-¿Los análisis a los productos fiscalizados no arrojaron nada extraño?
El seremi no confiscó ningún producto del local y a mí me parece que debió haberlo hecho si tenía dudas respecto a mi culpabilidad. Yo decidí personalmente en ese momento que vino el Seremi, someter a laboratorio la carne de ave, contraté un laboratorio de prestigio, tomó distintas muestras y las mandaron a análisis. Todas arrojaron negativo para salmonella.
-La investigación sumaria determinó que los alimentos de su local no tenían fecha de vencimiento y no contaban con una adecuada cadena de frío.
Aclaro que la fiscalizadora solo se refirió a un pan de queso crema y porción de wasabi que estaban sin estuche en el mantenedor y envuelto en alusa. Aclaro que todos los insumos se adquieren envasados y debidamente rotulados y a proveedores con registro sanitario. Algunos de los productos se elaboran para el día y se dejan alusados en el mantenedor bajo temperaturas autorizadas. Sin embargo, ahora lo hemos corregido, rotulamos cada producto que manipulamos.
Lo de la cadena de frío tampoco es efectivo. Nosotros mostramos certificados de cadena de frío de los camiones que nos despachan a diario. El pescado nos llega en la mañana, lo descongelamos, lo faenamos y se consume el mismo día.
-Y los problemas estructurales, ¿a qué corresponden específicamente?
El seremi vino e hizo un catastro, donde constataron, a juicio del fiscalizador, varias deficiencias, como un refrigerador en un lugar que no correspondía, los tapacantos de un mueble que había que cambiarlos porque estaban deteriorados, también nos hicieron sacar un ventilador de muro porque a juicio de ellos podría generar contaminación cruzada, lo cual no se demostró.
Eso ocurrió en Alonso de Córdova, porque en los otros locales de Akai no hubo ningún problema de este tipo. Muchos medios dijeron que estaban varios de nuestros locales cerrados o que nos habían clausurado, lo cual no es cierto, generando alarma en nuestros clientes.
-¿Qué pasó con la clientela del local desde la fecha en que ocurrió la fiscalización?
De la noche a la mañana perdimos más del 80% de los clientes en este local y a nivel general cerca del 50%. El daño que nos hicieron fue enorme y de verdad que muchas veces pensé que aquí había algo raro, manos negras, no sé de quién, de la competencia tal vez... porque nos va muy bien y nuestros clientes que nos han seguido por años saben de nuestra calidad. Si había presunción de riesgo para la salud de la población, el Seremi debió haber confiscado los alimentos y haber esperado que los resultados salieran oportunamente y no haber alarmado de la forma que lo hizo.