SANTIAGO.- Con una macabra escena se encontró esta mañana una paramédico del Hospital Barros Luco, luego que al llegar a su casa encontrara a sus padres sin vida.
Las víctimas fueron identificadas como Miriam Hernández (60) y Luis Guerrero (64), quienes se habían divorciado hace dos años pero, según los vecinos, seguían compartiendo la misma vivienda de la villa Angelmó, en la comuna de San Bernardo.
El subcomisario de la Brigada de Homicidios de la PDI, Juan Riquelme, explicó que el hecho fue descubierto pasadas las 08.00 horas por la hija de la pareja, quien regresó a la casa tras finalizar su turno en el recinto asistencial.
A llegar al lugar, la profesional vio que la luz de la pieza donde habitaba su padre estaba encendida, por lo que se dirigió hasta allá. Fue entonces cuando divisó el cuerpo de su madre tendido en el suelo y con un disparo en el rostro, mientras que su progenitor se hallaba sobre la cama con un tiro en la zona del mentón y el arma homicida en una mano.
Según el jefe policial, los primeros antecedentes entregados por vecinos indican que las víctimas mantenían una larga historia de violencia intrafamiliar, por lo que se indaga si la mujer denunció los hechos ante las autoridades.
Al enterarse de lo ocurrido, Alicia Hernández se trasladó a la casa de su hermana fallecida, donde aseguró que Guerrero "siempre fue violento, siempre se llamó a la policía y ahora no hay vuelta atrás".
"Llevaban como 30 años juntos y siempre hubo violencia. Ella le tenía miedo y arrancaba de él", agregó acongojada.
Los cuerpos de la dueña de casa y del comerciante ambulante serán llevados esta tarde hasta el Servicio Médico Legal, para practicarles las pericias de rigor.