SANTIAGO.- Trescientos ochenta y siete pasos. Son 387 los pasos que separan de la calle a María del Pilar Pérez, condenada a presidios perpetuos calificado y simple por un parricidio y dos homicidios consumados, entre ellos el de Diego Schmidt–Hebbel. A pesar de eso, la "Quintrala" siempre dirá que es inocente.
María del Pilar Pérez López, quien cumplirá 60 años este 21 de diciembre, está en la Unidad de Custodia Directa de la Cárcel de Mujeres, justo al frente de la sede San Joaquín de la UC. Comparte el recinto con Jeannette Hernández, la mamá de los hermanos Rojo; además de una condenada por prostitución infantil y otra por narcotráfico.
Siempre va vestida de jeans y luce el pelo liso, de un amarillo pajizo, tomado en un moño y el rostro sin maquillaje. El día de las fotos, sin embargo, Pilar Pérez se da algunas licencias. "¿Vieron que me teñí el pelo? Y me peiné, como hoy van a hacer fotos".
En la entrada de la Unidad de Custodia Directa, por lo menos media docena de gendarmes jóvenes, de moño y con maquillaje, custodian el recinto. Las mismas que no nos dejarán ni por un minuto durante la conversación.
"No le tengo miedo a morir"
María del Pilar Pérez se despierta muy temprano, entre cinco y seis de la mañana, y dice que se pone a rezar. "Tengo horario de panadería desde que era chica. Eso me ayudó mucho cuando trabajaba, porque el día me rendía el doble", dice.
El siquiatra y perito del Servicio Médico Legal, Rodrigo Dresdner, en su declaración de fines de noviembre del 2010, establece el diagnóstico mental de María Pilar Pérez, a dos años de estar en el CPF. Asegura que la acusada "tiene un trastorno de personalidad grave con rasgos narcisistas, psicopáticos y paranoides".
También la describe con rasgos de obsesión y compulsión y episodios depresivos frecuentes. Este testimonio clínico se une al de abril de 2009, cuando el mismo SML la declaró imputable, con los mismos rasgos psicopáticos. A tres años de su detención, esta arquitecta no reconoce ese diagnóstico porque "mi psiquiatra de años nunca me encontró nada como eso".
Pilar Pérez tuvo dos intentos de suicidio en estos tres años: en su casa, el 6 de noviembre de 2008, y nuevamente el 28 de marzo del 2009 en la cárcel.
–Usted ha intentado suicidarse. ¿Piensa en la muerte?
–¡Jamás he querido matarme, es otro mito! Y no pienso en la muerte. El Señor nos da la vida y Él nos llama a su presencia. No le tengo miedo a morir. Y este encierro no será eterno: la ventanita del Señor se abrirá. Y no será a cinco años plazo, si no mucho antes. Voy a salir tarde o temprano y la verdad saldrá a la luz. Volveré a ser libre.
Lea la entrevista completa en revista Sábado de El Mercurio.