Esta semana, Javier Fano y otros dirigentes estudiantiles se reunieron con el arzobispo Ezzati, para solicitarle que actuara como facilitador entre los actores del conflicto estudiantil.
Felipe González, El MercurioSANTIAGO.- "Me parece impresentable que los dirigentes de la Confech quieran vetarme. Claramente esto es violencia política: quien no está de acuerdo con la radicalización que está mostrando el movimiento estudiantil es simplemente expulsado", afirmó el presidente de la Universidad de Talca, Javier Fano.
El directivo no pudo ingresar a la asamblea de la Confech que se realiza en la Universidad de Concepción, y denuncia que recibió amenazas de golpes durante su intento de entrar como representante de los estudiantes talquinos.
"Cuando llegué dije mi nombre y me respondieron: 'no puedes entrar, estás vetado'", relató. "Llegaron otros dirigentes de federaciones e incluso un chico que llevaba un palo".
Fano fue el dirigente que envió una carta la semana pasada al arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, para solicitarle su intermediación entre las partes en el conflicto estudiantil.
"Encuentro impresentable que Camila Vallejo (presidenta de la FECh) diga que no necesitan mediador, y menos la Iglesia. Camila Vallejo no sólo le cierra las puertas a la Iglesia, sino que ahora se las está cerrando a los propios estudiantes", argumentó.
Mientras tanto, ingresó a la reunión, como representante de la federación de la Universidad de Talca, un vocero del Consejo de Presidentes de esa entidad estudiantil.
"Contrario a los estatutos"
Fano insiste en que sigue siendo presidente de la federación "hasta el día que termine mi mandato, que es a fines de octubre de este año, y luego se realizará un proceso democrático de elecciones como indica el estatuto".
No obstante, reconoció que se realizó una elección mientras la universidad estaba en toma, la semana pasada, en la que se designaron nuevos representantes. "Eso fue una medida contraria a los estatutos", insistió.
Añadió que ha sido víctima de agresiones y amenazas a través de su teléfono y de Twitter debido a la determinación que tomó de pedir al arzobispo Ezzati que intermediara en el conflicto. "Creo que lo que se está haciendo ahora en el Confech es de una irresponsabilidad tremenda", aseveró.
También advirtió que trataría de ingresar de nuevo a la asamblea que se desarrollaba en el campus de la Universidad de Concepción.