Felipe Cruzat murió esperando el trasplante de un corazón. Su caso remeció al país y sirvió de motivación para la ley que rige actualmente.
El Mercurio.SANTIAGO.- Hasta el 31 de julio, 1 millón 604 mil 96 personas habían explicitado ante el Registro Civil, o su municipio, que no quieren donar sus órganos en el caso de que se encuentren con muerte cerebral y sean una potencial fuente para el trasplante de corazón, hígado, pulmón u otra parte de su cuerpo a un tercero que lo necesita.
El impactante incremento quedó registrado este semestre en el "Registro Nacional de No Donantes" que se creó con la nueva Ley de Donante Universal de Órganos(20.413) que comenzó a regir en el país el 15 de enero de este año.
Pese a que el espíritu de esta legislación era crear una cultura distinta e incentivar la donación de órganos, sucedió todo lo contrario de lo que planearon las autoridades pues cada vez son más las personas que en los trámites para sacar cédula de identidad, o licencia de conducir, explicitan que no quieren serlo.
La nueva ley estipula que todo chileno mayor de 18 años es donante de órganos a menos que en vida haya manifestado lo contrario. El Registro Civil lleva la cuenta de todas aquellas personas que han renunciado a ser donantes de órganos, cifra que sin duda alguna ha mostrado un vertiginoso aumento este año de al menos 20 mil personas en promedio por mes.
Si en enero de 2010, cuando no regía la norma del "Donante Universal", 28.391 personas dijeron ante el servicio que no querían registrarse como donantes de órganos; en enero de 2011 y con 15 días de vigencia de la ley, 106.208 ciudadanos manifestaron ante el Registro Civil o municipalidad su intención de estar en el "Registro de No Donantes".
Situaciones similares se plasman si buscamos las estadísticas de junio de 2010 y mismo mes de este año. En el primer caso 66.195 personas dijeron no querer ser fuente de un trasplante, mientras que en la misma época este año fueron 112.143 quienes lo hicieron.
Paradójico
Para Ernesto Palm, gerente de la Corporación del Trasplante, ellos esperaban que una situación así ocurriera con esta ley. Esto ya que a su juicio el problema de la donación de órganos no se resuelve con la legislación, sino con el cambio de cultura o mirada de este acto que es "tan sublime".
"La donación de órganos es un acto tan sublime que en realidad legislarlo no es mucho lo que sirve. Este no es un problema de legislación, es un problema de tener los recursos necesarios y la infraestructura para tener los donantes que el país necesita", dijo.
Sobre lo paradójico que resulta que con la nueva ley sean más las personas que dicen no querer registrarse como donantes, Palm dice que puede haber sido un "tiro por la culata", pero es algo que ya está hecho y que debe reforzar el trabajo tanto del Ministerio de Salud como de la propia corporación.
Respecto a la ley reflexionó "en esa época a los políticos les interesó el tema, vieron con buenos ojos desarrollar el tema, legislaron y bueno (...) éstos son los resultados que tenemos, lo que evidentemente nos preocupa".
Antes de esta ley -señala Palm- los estudios de la corporación eran auspiciosos, ya que "había más gente que manifestaba la voluntad de ser donantes. Eso estaba funcionando. Por ejemplo en el 2002 había un 25%, el 2007 un 32%, eso estaba diciendo que el sistema estaba funcionando".
Para ellos, aseguró, "no es tranquilizador que la gente esté pensando de esa manera, le dieron la oportunidad de expresar su voluntad a través de este sistema y lo están haciendo lo que es preocupante porque demuestra una tendencia. Con la ley que teníamos estábamos bien".
Pese a todo esto, se manifestó optimista e hizo un llamado a la población a confiar en el sistema, pues asegura que en Chile existen las garantías de un proceso adecuado y llamó a recordar que al donar órganos, se está donando vida, lo que -señaló- nunca deberíamos olvidar.