SANTIAGO.- La clase media es la que consume más pan y carnes con grasa; la que peor se alimenta, y la que concentra los mayores índices de obesidad.
Esta fue parte de las conclusiones de la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (ENCA) 2010-2011, que evaluó las conductas y hábitos de los chilenos y que tenía por objeto saber cómo han cambiado los gustos y la manera de alimentarse de nuestro país.
Según la medición, que no se realizaba hace 35 años, se observa un cambio en la cantidad de comidas al día. "Ahora tenemos tres horarios de alimentación: el desayuno, almuerzo y once, que concentran más del 90%", explicó el subsecretario de Salud Pública, Jorge Díaz.
La cena, añade la autoridad, se reemplazó por una merienda vespertina, que incluye té, café o leche con pan y algún acompañamiento.
Otro de los elementos que destaca es la relación entre grupo socioeconómico e ingesta de determinados alimentos. Así, se estableció que en el estrato más bajo comen menos lácteos, verduras y carnes, mientras que en los más altos es mayor su consumo.
"La clase media, sin embargo, lidera el consumo de pan y las carnes con grasa. Y es allí donde se concentran los índices de obesidad", agregó la autoridad.
Preocupación por calorías
Ello guarda relación también con la mayor presencia de azúcares en la dieta. El sondeo arroja que el 110 por ciento de la población consume por día más de lo que tiene como indicación calórica. "Uno de cada cuatro personas en el sector rural tiene un consumo excesivo en relación a su requerimiento", precisó el subsecretario Díaz.
En el estrato socioeconómico, uno de cada tres personas tiene un consumo mayor de lo que está fijado para su estructura y recomienda el Ministerio de Salud (Minsal).
La cifra de alerta surge entre los menores de 4 y 5 años, que muestran un indicador más elevado de calorías. "Gran parte del problema de obesidad en jóvenes de 15 años puede determinarse por su peso en los dos primeros años de vida", advirtió.
Otro de los puntos mencionados es que la proporción de ingesta de lácteos en relación a lo recomendado (tres veces al día) sólo llega al 20 por ciento, es decir, una de cada cinco personas logra alcanzar lo requerido.
"Hay un bajo consumo de estos productos. De esto, alrededor del 70% consume lácteos altos en grasa y un porcentaje menor lo hace bajo o sin grasa. Eso hay que tenerlo en cuenta proque puede conducir desequilibrios en la dieta", añadió Díaz.
La Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (ENCA) 2010-2011 fue aplicada entre noviembre y diciembre del año pasado a 5.190 personas de cinco macrozonas del país: Norte, Centro-Norte, Centro-Sur, Sur y Región Metropolitana.