SANTIAGO.- La hermana de Viviana Haeger y el diputado Fidel Espinoza (PS) se reunieron este lunes con el fiscal nacional, Sabas Chahuán, para solicitarle que se agilice el proceso y que Carabineros se haga cargo del caso, con el fin de aclarar las circunstancias de la muerte de la contadora.
El parlamentario insistió en que tanto la familia como él están convencidos de que la madre de dos niñas no se suicidó en su casa de Puerto Varas, "como se ha intentado establecer hasta ahora".
"En este sentido estimamos que es necesario que sea Carabineros quien tome el caso, ya que lamentablemente, a nuestro juicio, la PDI ha cometido gravísimos errores", declaró el legislador.
Al respecto, Espinoza recordó que la policía civil no encontró el cuerpo de Viviana Haeger, pese a que supuestamente habría estado durante 42 días en su propia casa.
Por su parte Mónica Haeger, hermana de la mujer, criticó "la lentitud con la que se ha investigado el caso" y afirmó que "la familia necesita que se sepa la verdad sobre lo que ocurrió con Viviana".
"Nos parece muy importante el recibimiento de Sabas Chahuán y su compromiso en el sentido de que solicitará a la Fiscalía Regional que tome el caso como una de las prioridades", añadió la representante de la familia de la víctima, que presentó una querella para hacerse parte del caso.
Mónica Haeger recalcó que los cercanos a la contadora no están conformes con la investigación y recordó que de hecho en la PDI "están con un sumario interno que no ha sido resuelto".
En este contexto también apuntó sus dardos en contra del fiscal Naim Lamas, a cargo de la indagación. "Él también es un poco lento. Encuentro que no le ha puesto todo el interés para lo que amerita este caso", dijo.
Tanto ella como el diputado no pidieron hoy formalmente el cambio de fiscal, pero ambos coincidieron en que otro persecutor haría bien a la indagatoria, que en principio estuvo a cargo del entonces fiscal regional Alberto Ayala, quien hoy se desempeña como fiscal metropolitano oriente.
Viviana Haeger desapareció el 29 de junio de 2010 y el 10 de agosto de ese mismo año fue hallada sin vida por su marido, Jaime Anguita, en el entretecho de su casa. La autopsia arrojó después que su cuerpo no presentaba lesiones atribuibles a terceros.
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