SANTIAGO.- Sólo un celular para sus habitantes y electricidad por dos horas al día. Ésa es la realidad del pueblo de Huaviña, situado a 153 kilómetros de Iquique, que, pese a su aislamiento, presenta un nuevo rostro entre los cerros.
¿La razón? La iniciativa "Todo Chile pinta" dejó atrás el apodo que recibía ("incoloro") al remozar la fachada de cada una de sus casas e iglesia, devastadas por el terremoto de 2005.
"Nos faltaba pintar el pueblo, que se vea con un poco de color, porque Huaviña es la flor del valle", comentó Angélica Álvarez Trujillo, presidenta de la comunidad Indígena Aymara.
El proyecto, impulsado por Homecenter, también buscó proporcionar generadores de electricidad para el pueblo, que sólo tiene dos horas de luz al día. De hecho, tienen una radio y la usan para comunicarse.
Huaviña se abastece a través del cultivo en terrazas, siendo esta la única fuente de ingreso del pueblo. Su principal cultivo es el ajo y hortalizas, las cuales comercializan en Iquique.