En Chile nueve de cada diez escuelas cuentan con sala de computación, mientras que en el resto de la región esto ocurre en sólo una de cada tres.
Héctor Yáñez, El MercurioSANTIAGO.- En medio de la discusión sobre la calidad de la educación chilena, un reciente estudio elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) revela que el país cuenta con uno de los mejores estándares de infraestructura en sus escuelas básicas a nivel latinoamericano.
El estudio, que consideró a 16 países de la región, midió desde el nivel de cobertura de los servicios básicos en las escuelas –como energía eléctrica, agua potable, baños y desagüe– hasta la existencia de infraestructura netamente educativa, como salas de computación, laboratorios de ciencia, bibliotecas y gimnasios, entre otros aspectos.
En todos los ítems, Chile se ubicó en el tope de la tabla, junto a Uruguay y Argentina; superando a países como México, Brasil y Colombia, que se ubicaron en la parte media. Mientras que las condiciones más deficientes de infraestructura se encontraron en los países centroamericanos, además de Paraguay y Ecuador.
De acuerdo a la investigación, las escuelas chilenas tienen prácticamente cubiertas las necesidades básicas, ya que casi el 100% cuenta con energía eléctrica y más de un 90% con agua potable y una cantidad suficiente de baños.
En cuanto a la infraestructura directamente educativa, Chile destaca como uno de los países con mayor cantidad de salas de computación, que están presentes en nueve de cada diez escuelas. Además cerca del 85% de los establecimientos cuentan con biblioteca, aunque en este ítem es superado por Argentina y Cuba.
Además, en la mitad de las escuelas chilenas existe un servicio psicopedagógico y en casi el 40% uno de enfermería, elementos que en otros países son prácticamente inexistente.
En otros aspectos, como la presencia de un laboratorio de ciencias, de una sala de música y de un gimnasio, la cobertura disminuye considerablemente, llegando sólo a un 30%, 25% y 30%, aunque sigue siendo superior a sus vecinos. El estudio afirma que el porcentaje es "insuficiente", pero "destacables" dentro de la región.
De todas formas, la realidad chilena contrasta con la de otros países latinoamericanos, como Nicaragua, donde sólo la mitad de los colegios cuenta con energía eléctrica, una de cada tres tiene una cantidad suficiente de baños y apenas una de cada diez posee sala de computación.
La infraestructura influye en el aprendizaje
De hecho, el estudio constató que en las escuelas que tienen mayores necesidades de este tipo los alumnos obtuvieron peores resultados en las pruebas de Lectura y Matemáticas, según los datos del Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo (SERCE).
El tipo de infraestructura que está más directamente asociada con el aprendizaje es aquélla que apoya la labor docente, como bibliotecas, laboratorios de ciencias y salas de computación, aunque también influye de forma significativa la existencia de servicios públicos, como electricidad, agua potable y baños, entre otros.
Ante esta evidencia, el BID recomienda a los países fortalecer las inversiones orientadas a mejorar la infraestructura escolar, sobre todo en las escuelas con mayores carencias, con el fin de disminuir la brecha que existe con los establecimientos de más recursos.