SANTIAGO.- El presidente de la Corte Suprema, Milton Juica, se refirió este viernes a la polémica surgida con el Ejecutivo y que ya lleva una semana de "dimes y diretes" luego que el ministro de Justicia, Teodoro Ribera, señalara que el Gobierno condicionará los ascensos de jueces a los criterios que éstos hayan ocupado al fallar durante su carrera.
En medio del discurso de juramento para nuevos abogados, la máxima autoridad del Poder Judicial recordó la importancia de la independencia en la labor de los magistrados y que es básico para que se ejerza la competencia como la Constitución así lo estipula.
"La misma Carta Fundamental dispone que nadie, aparte de la jurisdicción, puede en caso alguno, ejercer funciones judiciales, avocarse causas pendientes, revisar los fundamentos o contenidos de sus resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos", detalló Juica a los nuevos abogados.
Acto seguido, y a propósito de la polémica con el Ejecutivo, expresó que esta "normativa que es necesario recalcar, sobre todo en esta época en que se observa una devoción política para desbordar este necesario equilibrio, amenazando con ello la independencia de quienes en resguardo de la misma Constitución aseguran derechos fundamentales que, de su quebrantamiento se amenaza seriamente la juridicidad que con error se trata de proteger".
Juica señaló a los presentes en la ceremonia que "a los abogados y a los jueces, les toca un rol relevante dentro de un régimen republicano y democrático, conjugando las labores de la defensa de las pretensiones en juego con las del debido juzgamiento, para procurar matizar el bien común con la paz social, pero dentro de la normativa prevista en el ordenamiento jurídico de la cual somos sus custodios".
Por todas estas razones es que señaló que "es exigencia básica la independencia que debe gozar, tanto el uno como el otro. Ya en un juramento pasado enfatizamos la importancia que para el debate jurisdiccional aseguran tal valor los cuerpos éticos de los colegios de abogados".
Finalmente y ante las críticas que parlamentarios han realizado respecto a una supuesta mano blanda de los jueces, Juica señaló que "en Chile, por suerte para la democracia, se presume la inocencia de toda persona mientras no exista sentencia condenatoria en su contra y que el proceso penal, no es una pena en sí y que se establece precisamente para cautelar el derecho a la libertad personal y quienes, con independencia procuran preservar tal principio hacen honor a su título de juez y jamás podrá considerárseles cómplices de hechos en los que no han intervenido por actos anteriores o simultáneos".
Finalmente, el presidente del máximo tribunal concluyó su discurso pidiéndole a los nuevos abogados y abogadas "que al comenzar el ejercicio de la difícil tarea que han asumido, defiendan con todo vigor su independencia y la de los jueces, para el pleno ejercicio de la abogacía puesto que de su mantenimiento y fortaleza asegurarán eficazmente los derechos y garantías de las personas, no olvidando que la acción penal puede afectar a cualquier ciudadano no importando sus títulos y riquezas o la gravedad de los hechos incriminados, pero que todos con plena igualdad merecen ser titulares de aquellas prerrogativas procesales".