SANTIAGO.- “Yo no estafo a la gente. Yo estoy trabajando”. Esas fueron las palabras que el líder de una banda de hackers chilenos, dijo a los efectivos de la Brigada del Cibercrimen de la PDI cuando fue detenido y acusado de perpetrar, junto a su grupo, estafas informáticas por 1,5 millones de dólares a clientes bancarios del país y del extranjero.
La agrupación era liderada por Marco Almonacid Marchant (18), quien de acuerdo a los datos de la investigación ocultó su verdadera identidad tanto a sus cómplices como a su polola, haciéndose llamar “Pablo Leyton Fuentes”. Hace sólo tres semanas que ella supo la verdad.
El subprefecto, Jaime Jara, jefe de la unidad policial, sostuvo que la banda fue detectada hace siete meses, tras la denuncia de un cliente bancario de Rancagua, el que aseguró que le había sacado dinero desde su cuenta corriente.
Según los antecedentes, hasta el momento se ha logrado determinar un total de 80 víctimas en el país, cifra que podría superar las 3 mil, tanto en Chile como en el extranjero.
Asimismo, de los 1,5 millones de dólares que habrían logrado Almonacid y sus secuaces, ya se establecido la sustracción de $280 millones.
El jefe policial detalló que la agrupación tenía bien definida cada una de sus funciones, y que utilizaban los métodos del “phishing” y “pharming” para captar datos de clientes bancarios y poder sustraer dinero de sus cuentas corrientes.
Los integrantes de la banda fueron detenidos ayer en allanamientos realizados en Puente Alto, Colina y en Reñaca, y se incautó cuatro notebooks, teléfonos celulares, discos duros, pendrives y otras especies.
En esos lugares se detuvo a los hermanos Alexander y Christopher Fuentes Silva, ambos también hackers y que eran parte de la cúpula de la organización. También cayó Katherine Carrera Díaz (23) y Franco Hermosilla Céspedes (21).
Avezado
Fuentes del caso señalaron que Marco Almonacid abandonó su hogar en la comuna de Las Condes cuando comenzó a dedicarse a las estafas informáticas, y arrendaba lugares por tres meses, para luego cambiarse.
El imputado comenzó desde muy joven su relación con las computadores, a tal punto que en 2009 atacó la página web oficial del gobierno peruano. Él hizo que la página se “cayera” e instaló puso una foto de la Esmeralda y una bandera chilena.
A lo anterior se sumó un ataque informático al sitio Web del Partido Socialista de Chile, por lo que los detectives ya lo tenían identificado e incluso fue detenido por este tipo de delitos cuando tenía 16 años.
De acuerdo a los antecedentes del caso, el operar como “delincuente informático”, le permitía ganar altas sumas de dinero. A tal punto que ayer fue detenido en un departamento cuyo valor de arriendo era de $600 mil mensuales en Reñaca, por el que había pagado por adelantado.
Tanto el “phishing” como el “pharming” han conseguido insertarse como uno de los delitos informáticos más comunes.
El primero consiste en el envío de un correo electrónico, supuestamente de parte de un banco en el que se solicita la actualización de los datos y entrega un link que lleva a una página web idéntica a la de la entidad bancaria.
Allí se solicita ingresar datos como número de coordenadas de las tarjetas, las claves y el RUT de la persona, antecedentes que son almacenados en un ordenador por las bandas y utilizados después para realizar transacciones vía internet.
Mientras que en el pharming, se envía un virus a través de una tarjeta de saludos, por ejemplo, en el que hay que ejecutar un archivo para verlo. Éste se instala en el computador y cuando el usuario ingresa a la página web de su banco, en vez de llevarlo al sitio real, lo redirecciona a uno idéntico a la de la entidad, igual que en el método del "phishing".