SANTIAGO.- Tiene siete días de licencia y una venda que evidencia una herida de cuidado en su mano derecha. Pese a ello, igual fue a trabajar este viernes.
Se trata del capitán de Carabineros, David González, quien anoche resultó con quemaduras junto al cabo 1° Daniel Figueroa, luego que un sujeto encapuchado lanzara una bomba molotov al retén móvil en el que se desplazaban. Él asegura que "todo ocurrió en dos minutos".
El ataque se registró pasadas las 22.00 horas de anoche, luego de que desconocidos interrumpieran el tránsito en la avenida 5 de Abril con San José, frente al liceo A-71, Guillermo Feliú Cruz, instalando barricadas.
El oficial relató a Emol que al llegar al lugar se encontraron con las barricadas y vehículos que debieron bajar la velocidad ante los obstáculos.
"Fue esa oportunidad que aprovechó un individuo. Él estaba en la oscuridad bajo unos matorrales. Corrió desde la acera Sur con la mecha encendida, bajó a la calzada y a menos de diez metros nos lanzó la bomba molotov", dijo.
El artefacto incendiario impactó con la reja de protección de una de las ventanas traseras del carro policial, que se encontraba entreabierta, por lo que el líquido inflamable ingresó alcanzado la parte superior del cuerpo del cabo Figueroa.
"Llegó un momento en que no podíamos extinguir las llamas, así es que instintivamente me lancé sobre el cabo y lo apagué con mi cuerpo y con las manos", detalló el capitán.
A raíz del ataque, el cabo Figueroa resultó con quemaduras en su cuello, cuero cabelludo y en su oreja izquierda, mientras que el oficial quedó con quemaduras en la palma de su mano derecha.
González asegura que el sujeto estaba "encapuchado, llevaba vestimentas negras y era de contextura mediana".
"Tras el ataque el conductor aceleró para alejarnos del lugar. Nunca salimos del vehículo porque no sabíamos con qué nos íbamos a encontrar. Si nos hubieran tirado otra molotov en ese instante, hubiera cambiado el panorama", relató el jefe policial.
A juicio del capitán, lo ocurrido fue un ataque preparado desde antes, ya que el sujeto estaba parapetado y vio a otros jóvenes luego de la agresión.
"Al principio sólo lo vi a él. Lo que me llamó la atención es que después de que logramos controlar la situación de nuestro compañero, nos bajamos del vehículo, y vi a otros jóvenes que estaban alrededor, en forma pasiva, pero sí con teléfonos celulares grabando. Incluso uno tenía una cámara fotográfica. Entonces creo que tiene que haber sido una situación concertada", sostuvo.
Fuentes de la institución señalaron que se encuentran evaluando los antecedentes para decidir si presentarán una querella en contra de quienes resulten responsables del ataque.